¿Cómo puede ayudarnos la fisioterapia pediátrica?

   Estamos acostumbrad@s a llevar a nuestro@s hij@s al Pediatra desde bien pequeños a la revisión del niño sano. Pero, ¿podemos hacer más? Estas revisiones son, por supuesto muy importantes, pero también existe la valoración por parte de la fisioterapia pediátrica. Ésta nos permite reconocer otros aspectos relacionados con la salud de nuestro hij@.

   Las valoraciones que realizamos desde la Fisioterapia/Osteopatía, abarcan aspectos tan importantes como las tensiones sufridas durante el embarazo y el parto, cómo afectan al niñ@, deformaciones osteoarticulares, problemas de lactancia, anquiloglosia, cuadros digestivos, respiratorios…https://efisiopediatric.com/que-es-la-fisioterapia-pediatrica/

¿Cómo fue afectar el embarazo y parto a nuestro bebé?

   Durante el embarazo el posicionamiento del bebé condiciona la formación de su cráneo, de la musculatura y vértebras cervicales, de sus piernas y pies. Puede provocar, por lo tanto, tortícolis, plagiocefalia, pies zambos o talos, rotaciones de tibia, luxación de cadera…

   Además, durante el parto, el bebé sufre fuerzas de compresión y tracción que generan mucha tensión a lo largo de la columna y cráneo, lo que conocemos como tensión dural. Todo esto hace que los bebés estén inquietos, irritables, pueden llorar constantemente, tener problemas de lactancia dependiendo de la posición, cólicos y otros cuadros digestivos.https://mubesfisioterapia.com/fisioterapia-y-osteopatia-en-el-colico-del-lactante/

   Si, además, tenemos partos largos, demasiado cortos o instrumentados, el riesgo de que estas tensiones aparezcan es mayor. Incluso en partos por cesárea, en los que el cráneo del bebé no sufre esas compresiones al pasar por el canal del parto, podemos encontrar deformaciones del mismo pasadas unas semanas y problemas digestivos asociados.

¿En qué otras dificultades podemos ayudar?

  Las tensiones craneales que puede sufrir el bebé están íntimamente relacionadas con la aparición de cuadros digestivos. El movimiento respiratorio y las acciones de succionar y llorar pueden ayudar a mejor estas tensiones, pero en ocasiones necesitan tratamiento.

   Otra circunstancia que podemos encontrar, es que el bebé no se esté alimentando correctamente y no esté poniendo suficiente peso, o la madre tenga problemas en el pecho. También es muy frecuente la aparición de gases y reflujo asociados.

   En este caso también es necesario revisar la boca del bebé, el agarre, sus cervicales y cráneo, ver si la lengua está anclada (anquiloglosia).

¿Y cuándo acudo a un profesional?

   En el caso de aparecer síntomas de alguna índole cuanto antes: dolor, llanto desconsolado o constante, asimetrías en el cráneo, problemas de lactancia, deformaciones en pies y piernas, partos traumáticos…

  En el caso de que el bebé se bien encuentre, al mes del nacimiento sería un buen momento para revisar y prevenir.

  Puede ocurrir que las tensiones cervicales y asimetrías del cráneo aparezcan a posteriori por la posición del bebé en la cuna o capazo. Es importante vigilar que la cabeza no esté girada hacia el mismo lado, portero, colocarlo boca abajo (tummy time) según vaya tolerando, ofrecer estímulos que corrijan la postura…

¿Y qué hacemos con los mocos?

   A nivel respiratorio también podemos trabajar con el bebé, desde enseñar la correcta higiene de las vías respiratorias, eliminación del moco para prevenir complicaciones hasta tratamiento de patologías ya instaurada (bronquitis, bronquiolitis, neurona, asma…).

   Por supuesto, y no menos importante, es el trabajo a nivel de estimulación psicomotriz que podemos realizar, tanto si hay un daño neurológico, como si es un retraso del desarrollo por otras circunstancias.

   En definitiva, nuestra labor va desde la prevención, tratamiento y apoyo a los padres en los cuidados del bebé.

Fisioterapia y Osteopatía en el Cólico del Lactante

 

   ¿Quién no ha oído hablar del temible cólico del lactante? Todos tenemos un familiar, un amigo que nos ha informado de las delicias de este cuadro que aparece en los recién nacidos a partir de las 3 semanas de vida aproximadamente.

   El cólico del lactante, es uno de los cuadros que más consultas médicas genera, en urgencias y en las consultas pediátricas regladas.

    A pesar de esto, el hecho de ser un cuadro funcional que no pone en riesgo la salud del recién nacido y tener un buen pronóstico, hace que desde el punto de vista médico no se tome en consideración como un problema importante; suelen decirnos que nos calmemos, en 3 o 4 meses pasará.

   Nada más lejos de la realidad, es necesario que el cuadro remita lo antes posible para evitar consecuencias a corto y largo plazo: ansiedad de los padres, visitas médicas continuas, perjudica la lactancia materna, migrañas en la infancia y la adolescencia, problemas de oído, trastornos alérgicos…

Pero… ¿qué es el cólico del lactante?

   Existen varios cuadros que afectan al aparato digestivo del lactante, que comparten algunos síntomas entre ellos y tienen otros que los diferencian.     Normalmente usamos la expresión “cólico del lactante” para hacer referencia a estos trastornos, pero es necesario saber diferenciarlos.

   Todos ellos pueden y deben ser tratados. Realizar un buen diagnóstico nos lleva a realizar un tratamiento correcto.

Carasterísticas de los trastornos digestivos en el lactante 

·       Cólico del lactante: 

 

        Llanto difícilmente consolable y sin motivo ni relación aparente con ningún acontecimiento.

        Paroxístico: de inicio brusco y corta duración. Picos de llanto.

        Sin un horario definido de aparición, aunque es más frecuente al final del día. El resto del día el bebé está tranquilo.

        No se calma al cogerlo, suele calmarse al defecar.

        En las crisis se encoge, cierra los puños.

        El bebé está sano y gana peso.

        Suele seguir una pauta de 3 horas o más al día, al menos 3 días a la semana durante una semana.

·       Reflujo:

        El bebé se encuentra mal casi todo el día y todos los días.

        Come con ansiedad y cada poco tiempo.

        No les gusta estar boca arriba, la cuna o el carro “parece que tiene pinchos”.

        Hipo y salivación con burbujas.

        Se calma al cogerlo.

        En las crisis de llanto se estira.

·       Estreñimiento:

 

        El bebé defeca cada 4 o más días

        El lado izquierdo del abdomen suele estar abultado.

        Flatulencias de muy mal olor

        Pasa el día empujando y haciendo ruidos.

        Se calman al defecar.

 

·       Gases:

 

        Abdomen como un globo.

        Se encojen durante las crisis, pero menos que en el cólico.

        Prefieren estar boca abajo.

        Se calman al expulsar los gases.

        Se asocia a un trabajo de succión incorrecto causado por otros trastornos que habrá que abordar durante el tratamiento.

Habitualmente vemos cuadros superpuestos.

Tratamiento mediante terapia manual (fisioterapia y osteopatía) 

·           Debemos verificar que no hay alteraciones a nivel vegetativo, esto es, a nivel de las órdenes que recibe el aparato digestivo del bebé para funcionar correctamente.

·           Valorar y tratar, si se diera el caso, esos otros trastornos que nos pueden empeorar o causar el cuadro por el que el bebé acude a la consulta. Éstos pueden ser: tortícolis, plagiocefalia deformacional, frenillo, problemas de mandíbula, problemas de agarre durante la lactancia.

·           A nivel abdominal, trabajamos sobre las tensiones existentes en los tejidos que rodean a puntos importantes del aparato digestivo del bebé como esfínteres, colon, duodeno. Es necesario aclarar que el trabajo se realiza sobre estos tejidos circundantes y no sobre la propia víscera.

·           Según el cuadro, se aconseja a los padres y familiares medidas para casa como masajes, posturas…https://mubesfisioterapia.com/fisioterapia/fisioterapia-osteopatia-pediatrica/