Dismenorrea o dolor de regla ¿por qué ocurre?

mujer con dolor abdominal

    La regla NO debe doler. Es lo primero que queremos aclarar. Sin embargo, muchas mujeres experimentan cada mes dismenorrea o dolor de regla. Aún tenemos mucho trabajo que hacer para dejar de normalizarlo.

mujer con dolor abdominal

La menstruación es un proceso inflamatorio natural

   Dos-cuatro días antes de la menstruación, comienzan a caer los niveles de la progesterona y estrógenos, y es cuando se produce la menstruación si no ha habido embarazo. Esto ocurre porque la capa interna del útero, llamado endometrio, se descama y se viene abajo en forma de menstruación. Es decir, cada mes hacemos un “reset” de endometrio para un posible nuevo embarazo.

    Para que el endometrio se venga abajo en forma de regla y se elimine esa capa de células internas del cuerpo, tiene que haber un proceso inflamatorio acompañado de contracciones uterinas. Pero, que haya cierta inflamación natural y fisiológica no significa que deba doler.

   Son las prostaglandinas quienes se encargan en nuestro cuerpo de realizar las contracciones en el útero para descamar el endometrio en forma de sangrado. Y esto puede producir molestia pero no dolor.

¿Qué ocurre entonces para que la regla duela?

   Si la menstruación duele es porque esa inflamación “se está pasando de rosca”. Es decir, hay un exceso de prostaglandinas, ya sea por intensidad, frecuencia o duración, en las mujeres con dolor de regla o dismenorrea. 

   Adicionalmente a  la inflamación natural, debe haber una resolución activa de la inflamación. ¿A qué nos referimos con una resolución activa? A que la inflamación no es algo que sube y luego baja (resolución pasiva). Hay sustancias implicadas que llevan a cabo esa resolución y dicen STOP: prostaglandinas de tipo antiinflamatorio que van subiendo a medida que bajan las inflamatorias. Debe existir un buen equilibrio de ambos tipos.

   Con lo cual si tenemos dolor puede ser porque hay una expresión excesiva de factores de inflamación o hay una alteración del proceso activo de resolución de la inflamación o una combinación de ambas.

Clasificación del dolor de regla o dismenorrea

   – La dismenorrea secundaria es aquella que está causada por alguna patología pélvica como endometriosis, adenomiosis, enfermedad inflamatoria pélvica… Esto necesita un buen diagnóstico que no siempre ocurre por esa normalización del dolor menstrual.

    -La dismenorrea primaria sería aquella que no tiene ninguna causa orgánica, pero esto no quiere decir que no se deba de atender y abordar.

   En las mujeres con endometriosis, el endometrio ectópico (el que está en otras partes del organismo, fuera del útero) se comporta de igual forma que el propio endometrio ocasionando un dolor verdaderamente incapacitante. Puedes leer más información sobre esta enfermedad aquí: https://mubesfisioterapia.com/endometriosis/

¿Qué hacer para que duela menos la regla?

   Los factores que pueden ayudarnos en el manejo de la dismenorrea son los que inciden en bajar la inflamación en exceso que está presente.

   Las sustancias que de manera natural producen la inflamación que da lugar a la menstruación son las prostaglandinas. Estas proceden de los ácidos grasos, por tanto, el tipo de grasas que consumamos será muy importante. En MuBes, desde el servicio de Nutrición (https://mubesfisioterapia.com/nutricion/ ) queremos darte los siguientes consejos:

  • Deberemos reducir todo lo que podamos: cereales refinados, bollería industrial, azúcares sencillos y añadidos, embutidos, bebidas alcohólicas, energéticas o carbonatadas, aceite de girasol o grasas vegetales hidrogenadas.
  • Deberemos potenciar al máximo: los ácidos grasos omega 3 que podemos encontrarlos en pescado azul, nueces, semillas de lino, chía y cáñamo así como aguacate.
  • El consumo de ciertos antioxidantes también será importantísimo para hacer frente a la inflamación.alimentos saludables

Otros factores a tener en cuenta para el dolor de regla

   Además, hay otros factores más allá de la nutrición que también promueven un estado antiinflamatorio y antioxidantes. El cuerpo funciona al conjunto: no podemos estar saludables si somos totalmente sedentarios.

   Esos factores que deben estar presente son la actividad física y ejercicio físico, lo cual está referenciado en la literatura científica:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29037637/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31665789/

dolor de regla

   También es sumamente importante una buena salud digestiva, si no puede ser foco y causa del escexo de inflamación. Además, el sueño y descanso reparador, apoyo con suplementación personalizada según el caso, autocuidado y gestión emocional (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30654775/ ), así como revisar y apoyar la metabolización estrogénica.

Hiperestrogenismo

   Los estrógenos y la progesterona deben estar en equilibrio ya que tienen funciones antagónicas. El estrógeno es una hormona proliferativa. Proliferativa porque es la hormona responsable del crecimiento de tejido de nuestro útero, mamas… De forma que grandes cantidades de estrógenos son las responsables de los sangrados menstruales abundantes.

nivel de estrógenos

   Cuando hay un exceso de estrógenos, se genera un ambiente inflamatorio y oxidante que también puede provocar dolor menstrual además de sintomatología premenstrual. Sin embargo, el exceso estrogénico puede venir por un exceso de estrógenos respecto a la progesterona (hiperestrogenismo absoluto) o porque haya menos progesterona de la necesaria (hiperestrogenismo relativo).

Será necesario trabajar y analizar bien cada caso para ver de dónde viene el foco inflamatorio. En MuBes ayudamos a mujeres a indagar en su dolor menstrual y abordarlo de una forma integrativa y personalizada.

Síndrome de Ovarios Poliquísticos. 2ª parte: Consecuencias y tratamiento

sindrome ovarios poliquisticos

   Comprender y saber qué pasa al tener Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) puede hacerte más consciente de tu salud hormonal así como de las acciones que puedes llevar a cabo para alcanzar un equilibrio hormonal en esta situación.

SOP ANIMACIÓON

   En el post anterior hablábamos del diagnóstico del Síndrome de ovarios poliquísticos y como este es hecho erróneamente de forma frecuente. Sigue leyendo para entender en qué consiste tener SOP y qué puedes hacer para mejorar tu salud hormonal.

¿Qué implica tener Síndrome de ovarios poliquísticos?

   El SOP es una situación de desequilibrio hormonal donde hay un exceso de hormonas llamadas andrógenos. Estas hormonas las producen las mujeres en las gónadas (ovarios) y en las glándulas suprarrenales (unas estructuras encima de los riñones). En condiciones normales, los andrógenos en la mujer se producen en menor proporción que en el hombre.

   En la edad fértil, en los ovarios se produce en cada ciclo menstrual el crecimiento de varios folículos contenedores de posibles futuros óvulos. En la primera parte del ciclo menstrual llamada fase folicular crecen múltiples de estos folículos. Sin embargo, se acaba por seleccionar sólo uno, el folículo dominante. El folículo dominante acaba por liberar el óvulo maduro en el proceso de ovulación.

   En el Síndrome de Ovarios poliquísticos, el exceso de andrógenos impide por mecanismos fisiológicos que los folículos crezcan adecuadamente. En consecuencia, impiden la ovulación. Y sin ovulación, no hay menstruación (Lee más sobre esto: https://www.instagram.com/p/CXJRw_lM30J/) De ahí que se altere el ciclo menstrual,  produciéndose ausencia de sangrado o ciclos largos y afectando a la búsqueda de embarazo en algunos casos.

   Además, ese exceso de andrógenos es responsable del aumento de vello corporal, acné, caída de pelo, en algunos casos incide en el sobrepeso, etc.

¿Por qué se produce el Síndrome de ovarios poliquísticos?

   El mecanismo por el cual la mujer con SOP tiene las hormonas andrógenos elevadas no está del todo aclarado. El nombre de este síndrome está siendo reevaluado, pues, como vimos en la primera parte, (https://mubesfisioterapia.com/sindrome-de-ovarios-poliquisticos-diagnostico/), no es necesario presentar «quistes» en los  ovarios para tener SOP. Además, no son quistes, sino folículos ováricos que no han crecido adecuadamente y están en modo “pause”, parados por la influencia hormonal.

   La causa se cree que es mutifactorial, estando implicados factores genéticos y ambientales. Además, cada Síndrome de ovario poliquístico es diferente en cada mujer. Así, existen diferentes mecanismos descritos en el SOP que no ocurren en todas las mujeres que lo presentan.

   Se habla de una alteración neuroendocrina, afectándose la liberación de los pulsos de la hormona cerebral GnRH que regula el ciclo menstrual. Se cree que hay un aumento en la pulsatilidad de la hormona GnRH. Ésta se produce a más velocidad y ésto aumenta la producción de otra hormona cerebral del ciclo menstrual llamada LH. Al aumentarse los niveles de LH, hay mayor fabricación de andrógenos en el folículo ovárico. Se afectaría así toda la ovulación como se ha descrito anteriormente.

importancia de la insulina
    También, en otros casos existe en una alteración metabólica por resistencia a la Insulina (RI) o tendencia a ésta.La insulina es como la llave que dejar pasar a la glucosa a todas sus células. En la resistencia a la insulina, ésta no consigue hacer bien su función al unirse a la célula y en consecuencia se produce un aumento en la glucemia (glucosa en sangre). Esta situación provoca mayor liberación de insulina haciendo que el exceso de insulina circulante y de glucosa afecte al equilibrio hormonal como veremos en el siguiente apartado.

   Por otro lado, se habla de una alteración en el desarrollo del folículo y de alteraciones en la formación de hormonas sexuales a nivel ovárico y de la glándula suprarrenal.

Tipos de SOP

   Podemos encontrar Síndromes de ovarios poliquísticos con o sin alteración metabólica. Es decir, con presencia o no de resistencia a la insulina.

  • SOP de tipo metabólico: el exceso de insulina en sangre aumenta (aún más) la fabricación de andrógenos. Además, el hiperandrogenismo también aumenta la cantidad de insulina en sangre. Un círculo vicioso. Todo esto repercutirá en la ovulación, dando lugar a ciclos anovulatorios y ausencia de menstruación o ciclos largos.

   La resistencia a la insulina (RI) no sólo afecta a nivel ovárico sino que es la puerta de entrada para el riesgo a desarrollar el síndrome metabólico: dislipemias, diabetes, hipertensión, hígado graso…

    Es frecuente que en este grupo haya mujeres con exceso de grasa corporal. No obstante, la resistencia a la insulina es independiente de dicho exceso, pues también hay RI en mujeres sin exceso de grasa corporal. Por este motivo, el SOP hay que gestionarlo y evaluarlo toda la vida para evitar desencadenar estas alteraciones mayores en el futuro.

  • SOP de componente adrenal: En el tipo adrenal, la mayor producción se produce en las glándulas suprarrenales.

    Esta clasificación es una forma de que los profesionales facilitemos un abordaje, pero en la práctica no existe esta división tan clara. No todas las mujeres presentan resistencia a la insulina en su síndrome de ovario poliquístico y deriva esta clasificación. Además, hay mujeres que tienen tanto la producción adrenal aumentada como la resistencia a la insulina.

    Tanto si los andrógenos proceden más de la glándula suprarrenal como la insulina aumentada lo podemos ver en analítica. Sin embargo, a veces en una mujer con SOP los andrógenos no se ven aumentados en analítica. Increíble, ¿verdad? Pero en estos casos su actuación en la célula se ve aumentada y son más eficaces.

¿Es para toda la vida?

   Varias cosas que deben aclararse en primer momento.

   Tener Síndrome de ovarios poliquísticos no es tu culpa. La probabilidad de desarrollarlo y luego, de empeorar su manifestación se ve afectado por la alimentación y estilo de vida. Sin embargo, el SOP tiene un componente genético importante.

    Por otro lado, el síndrome de ovarios poliquísticos es crónico y no hay cura. ¡Sin alarmas y preocupaciones excesivas! Debes ponerte manos a la obra para comenzar a realizar todo aquello que mejora tu equilibrio hormonal en este síndrome.

    Comúnmente, el SOP se mira con objetivo reproductivo en cuanto a la repercusión (anovulación, infertilidad…). Pero no, tiene repercusiones metabólicas y de calidad de vida (autoestima, ánimo, síntomas menstruales….) que deben atenderse. Es  un error atender sólo a la mujer con SOP en el momento que quiere quedarse embarazada y únicamente desde el abordaje farmacológico.

¿Tratamiento natural sin anticonceptivos?

estilo de vida en sop

   El primer escalón, la base, en el tratamiento del Síndrome de ovarios poliquísticos es el estilo de vida. Sin embargo, la mayoría de las mujeres reciben su diagnóstico acompañado de una receta de anticonceptivos sin entender qué conlleva tener SOP. Tampoco qué pueden hacer ellas para mejorar y convivir con esta situación.

    Hay un pensamiento generalizado de que los anticonceptivos regulan tu ciclo menstrual, lo cual no es cierto. Con los anticonceptivos no tenemos nuestra menstruación, es un sagrado ficticio, por así decirlo. Enmascaran nuestros síntomas y cuando dejamos de tomarlos, los síntomas volverán.

suplementos

   Los anticonceptivos no son el demonio. El problema viene cuando no se proporciona esta información y la mujer cree que es el único remedio. Por otro lado, en casos de Síndrome de ovarios poliquísticos muy rebeldes (caídas de pelo y acné excesivos…) siempre que la paciente esté bien informada, son de gran utilidad.

    La resistencia a insulina se ve determinada enormemente por una alimentación no adecuada, por el exceso de grasa corporal y por la falta de actividad y ejercicio físico. Estos son factores que deben trabajarse individualmente para gestionar la resistencia a insulina. Así, se reducen los niveles de andrógenos y por tanto los síntomas. Del mismo modo, la predisposición al síndrome metabólico y riesgo cardiovascular asociado.

    Remarcamos individualmente porque el abordaje nutricional y de estilo de vida será diferente si presentas o no insulina alta/con tendencia al alza. Y hacer tu propia dieta restringiendo grupos de alimentos que no debes puede llevarnos a otros problemas no deseados.

    Asimismo, se ha evidenciado científicamente, y así lo vemos diariamente en los casos que atendemos en consulta, que suplementar la dieta con complementos naturales del mercado constituye un paso importante del tratamiento. El suplemento a elegir dependerá de la paciente, del momento en el que se encuentre así como del objetivo. Ejemplos son: myo-inositol, adaptógenos, antioxidantes…

    Comenzar a trabajar en tu Síndrome de Ovarios Poliquísticos es invertir en tu salud global presente y futura. La personalización es el camino más corto hacia ello, y una inversión para luego caminar sola en tu síndrome.

   En MuBes contamos con una nutricionista especializada que podrá ayudarte en el abordaje integrativo del SOP teniendo en cuenta todos los ámbitos influyentes. https://mubesfisioterapia.com/nutricion/

Síndrome de Ovarios Poliquísticos: Diagnóstico

ecografia ovario poliquístico

   Son muchas las mujeres que son diagnosticadas de Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP). O como les dicen en consulta: “tienes los ovarios poliquísticos, como si fueran vagos”. El SOP es visible en la mujer mediante un conjunto de signos como ciclos irregulares, alopecia o caída de pelo, acumulación de grasa en la zona de la barriga, acné exceso de vello corporal o hirsutismo, etc. No todas las mujeres presentan los mismos signos y síntomas.

   Además, la mayoría las pacientes diagnosticadas de SOP salen de consulta creyendo que los anticonceptivos son su única solución y sin entender bien qué pasa en su vida al tener Síndrome de Ovarios Poliquísticos. Puede que incluso les digan que reduzcan los hidratos de carbono sin considerar que hay varios tipos de SOP. Y no siempre esta reducción es recomendable. 

   En este post veremos cómo saber si tienes síndrome de ovarios poliquísticos, y en la segunda parte qué implica tener SOP, así como su manejo y tratamiento.

  ¿Cómo se diagnostica?

   Existe una confusión abismal, tanto en las pacientes como en los profesionales, con respecto al síndrome de ovarios poliquísticos y su diagnóstico, que resulta en que muchas chicas acaben recibiéndolo de forma errónea, sobre todo en la adolescencia.

   El Síndrome de Ovarios Poliquísticos es una disfunción endocrino-metabólica donde hay una alteración en los niveles de andrógenos (hiperandrogenismo). Los andrógenos son las hormonas sexuales mayoritarias en el hombre, pero que ven aumentada su cantidad o actividad en este síndrome y dando lugar a los clásicos síntomas.

   El Síndrome de Ovarios Poliquísticos se diagnostica por descarte. Primero, un médico endocrino/a o ginecólogo debe asegurarse que el hiperandrogenismo no se deba a otra situación, y posteriormente realizar bien el diagnóstico. Los criterios más utilizados para su diagnóstico son los Criterios de Rotterdam.  

    Se deben cumplir 2 de los 3 siguientes criterios:

1- Amenorrea (ausencia de menstruación) u Oligo-ovulación (ciclos irregulares, presentar menos de 9 ciclos al año).
2- Hiperandrogenismo.

  • Bien clínico (signos como vello corporal en exceso en zonas como espalda, barbilla y cara, brazos, alopecia, acné… Y en estos signos, hay un grado)
  • O bien hiperandrogenismo analítico (ver andrógenos elevados en analítica).

3- Ecografía de ovario poliquístico (OP) o multifolicular. Esto significa que en la ecografía unos ovarios más grandes y con muchos más folículos de lo habitual, también de menor tamaño. Los folículos son células presentes en el ovario que contienen el futuro óvulo maduro y que necesitan crecer para que luego el folículo dominante libere el óvulo en la ovulación.

ecografia ovario poliquístico

 Si te han diagnosticado solo por ecografía…

 Si hay que cumplir 2 de 3, ya podemos ver que no hace falta tener ecografía compatible con ovario poliquístico (OP), por lo que OP no es igual a SOP. Sin embargo, muchas mujeres son diagnosticadas Síndrome de Ovarios Poliquísticos sólo por ecografía. ¡¡ERROR!! Como hemos visto, la ecografía no es un criterio central. Es por esto que, al contrario de lo que ocurre frecuentemente en ginecología, no se puede hacer un diagnóstico de SOP sólo observando un ovario con apariencia poliquística. 

   Aunque el diagnóstico no es sencillo, se suele hacer mal porque no se tiene en cuenta la clínica de la paciente (criterio 2, hiperandrogenismo clínico) o sus analíticas (criterio 2, hiperandrogenismo analítico o bioquímico), donde como mucho les piden uno solo o dos andrógenos, la testosterona, y tampoco otros parámetros para diferenciar el tipo de SOP.

   La apariencia de los ovarios también ocurre en otras situaciones

   Un ovario, o los dos, con morfología poliquística (OP) sin SOP también se puede observar en mujeres en otros casos como:

– En la alteración corporal frecuente llamada Amenorrea Hipotalámica Funcional (Info general sobre la amenorrea hipotalámica: https://www.instagram.com/p/CUXfH-Ostsc/.)

– En alteraciones tiroideas.

-El principio de la adolescencia. Los ciclos menstruales de las adolescentes llevan unos años hasta que se estabilizan, por lo que puede ser normal entre la primera regla y los 18 o 20 años. Gran cantidad de mujeres han sido mal diagnosticadas de SOP en esta etapa y han recibido anticonceptivos por ello durante muchos años.

– En mujeres que toman la píldora, dado que con ella tu ciclo menstrual está parado y no funciona (Info sobre cómo es un ciclo menstrual con anticonceptivos https://www.instagram.com/p/CXQsudMsyBX/)

– En algunas mujeres con ciclos regulares (Estudio de Lancet: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2895373/ )

   ¡Y algo importante! La ecografía es la “foto o captura” de un momento concreto del ciclo menstrual, por lo que hay que tener en cuenta la fase en la que estamos del ciclo cuando acudimos al médico ginecólogo/a. Si existe un folículo dominante (que la ovulación esté próxima) la ecografía se debe repetir para realizar correctamente el diagnóstico de Síndrome de ovarios poliquísticos.

   Además, la resolución de los ecógrafos está mejorando y ahora son necesarios más “quistes” o mejor dicho, folículos para presentar OP.  

Sigue leyendo más sobre Síndrome de Ovarios Poliquísticos

   En el siguiente post, en la parte 2, podrás encontrar más información sobre qué pasa si tienes Síndrome de Ovarios Poliquísticos, sus tipos y qué ocurre en el organismo, consecuencias e implicaciones, así como el tratamiento y estilo de vida.

   Si tienes dudas sobre tu diagnóstico y/o quieres comenzar a trabajar en tu Síndrome de Ovarios Poliquísticos, en MuBes contamos con una nutricionista especializada que podrá ayudarte en el abordaje integrativo del SOP teniendo en cuenta todos los ámbitos influyentes. https://mubesfisioterapia.com/nutricion/

Candidiasis de repetición. Un abordaje integrativo

candidiasis de repetición

   Casi todas las mujeres tienen alguna vez una infección vulvovaginal por el hongo Cándida. Es lo que llamamos candidiasis. Sin embargo, en algunas mujeres esa candidiasis vuelve de forma frecuente, unas 3 o 4 veces al año; y es lo que llamamos candidiasis vulvovaginal de repetición o recurrente (CVVR). En este post os hablaremos de forma detallada por qué pueden repetirse y su abordaje integrativo.

Sobre la cándida y su crecimiento

 Todo nuestro tubo digestivo desde boca hasta ano, incluyendo vagina y piel, está habitado por un ecosistema de diferentes géneros de hongos, bacterias y otros. Conviven con nosotras y es lo que llamamos microbiota y micobiota.  La Cándida Albicans es el hongo más frecuente en la microbiota intestinal, vaginal y de la piel.

   Cuando este ecosistema y la pared intestinal y vaginal está en condiciones normales de equilibrio (eubiosis), la Cándida se comporta como comensal y no supone ningún problema ni síntoma. Sin embargo, el ecosistema y paredes se alteran (disbiosis) se vuelve oportunista, produciendo la famosa candidiasis.

   Podemos observar la Cándida sobrecrecida en vagina y/o en intestino. Y esto es importante porque se habla de que en muchos casos de candidiasis vaginal coexiste el sobrecrecimiento de candidiasis intestinal. Así, el intestino puede actuar como “almacén” de futuras infecciones de repetición.

Síntomas de la candidiasis

-Flujo blanco espeso e inoloro.

-Picor, irritación, ardor, edema y eritema en la vagina.

   Y dado que puede coexistir con candidiasis intestinal, puede haber otros síntomas asociados como son:  mente nublada, aumento del apetito por hidratos de carbono (pan, pasta, dulces…), cansancio crónico, ansiedad, dolor generalizado, distensión abdominal, gases, diarreas y/o estreñimiento, intolerancias alimentarias, acidez o ardor, alteraciones menstruales o aumento de la sensibilidad a productos químicos (ambientadores…)

Y por qué vuelven las candidiasis

   La candidiasis vulvovaginal de repetición se puede considerar como una alteración multifactorial. El por qué ocurren y por qué vuelven se ve influenciado:

  • Por la Cándida: factores propios del microorganismo en cuestión. La Cándida es un microorganismo con mucha capacidad de virulencia y efecto proinflamatorio.
  • Por la microbiota de la mujer: disbiosis intestinal y vaginal, y falta de integridad de la membrana intestinal. Es decir, un desequilibrio del ecosistema de microorganismos a nivel intestinal y vaginal. Sí, no solo vaginal.
  • Por otros factores propios de la mujer como el estado de su sistema inmune, que puede favorecer el paso de la Cándida de comensal a patógeno y contribuir a su virulencia. El sistema inmune está íntimamente relacionado con el sistema digestivo y el microbioma.https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31972980/
  • En determinadas mujeres puede aparecer días antes de la menstruación: en la fase lútea, los niveles hormonales de estrógenos bajan al mismo tiempo que van subiendo los de progesterona. Los estrógenos mientras que están elevados, hacen que nuestro sistema inmune más competente y luchador. Pero los estrógenos bajan días antes de la menstruación de forma natural. Si presentamos frecuentemente picor u otros síntomas de la candidiasis esos días previos a la regla es posible que tengamos una candidiasis latente·que da la cara cuando el sistema inmune no es tan eficaz. Pero el problema no es que bajen los estrógenos; eso es natural. El problema es el estado del sistema inmune y el desequilibrio del microbioma.
  • También por otras patologías de la mujer como hipotiroidismo, diabetes, intervenciones quirúrgicas o invasivas… que facilitan la alteración del ecosistema y pared intestinal.
  • El embarazo o lactancia o amenorrea (ausencia de menstruación).

Equilibrio del microbioma y disbiosis

   A nivel vaginal, el microbioma vaginal debe estar formado por abundancia de diferentes Lactobacillus. Los Lactobacillus son bacterias que generan un ambiente ácido mediante la producción de ácido láctico y peróxido de hidrógeno, protegiéndonos con estas sustancias de infecciones. De manera que, si tenemos disbiosis con disminución de Lactobacillus, se crea un ambiente perfecto para que la Cándida crezca, se vuelva patógena y, finalmente las candidiasis de repetición ocurran.

   La disbiosis o desequilibrio del microbioma tiene a su vez múltiples causas:

  • La dieta personal y alimentación saludable juegan un papel determinante. Alimentación rica en hidratos de carbono y azúcar de poca calidad, baja en fibra fermentable y alta en edulcorantes favorece la disbiosis.
  • Estrés sostenido
  • Alteraciones corporales como: disminución de las secreciones digestivas (hipoclorhidria, sales biliares…), patologías digestivas, patologías autoinmunes (celiaquía, Chron, hipotiroidismo de Hashimoto), Síndrome de ovario poliquístico…
  • Tabaco
  • Tratamientos con fármacos como antibióticos, corticoides, antiinflamatorios, anticonceptivos
  • Lavados vaginales con productos que no sean agua
  • Tampones, compresas, ropa húmeda o espermicidas locales

   Todo esto facilita que Lactobacillus y bacterias estabilizadoras de la mucosa intestinal (Akkermansia) estén disminuidas; y que microorganismos patógenos como la Cándida sobrecrezcan.

Tratamiento de las candidiasis de repetición

   Si te han dicho o te has concienciado que tu candidiasis vaginal es crónica, no es cierto.

   El problema es que comúnmente sólo se aborda desde la farmacología tratándola únicamente con antifúngicos. Además, la Cándida presenta resistencia a antifúngicos. De esta forma no estamos yendo a la RAÍZ que cada persona tiene del desequilibrio microbiano. Tampoco estamos favoreciendo el crecimiento de los Lactobacillus y otros que impidan a Cándida crecer y volver.

   Debe realizarse un abordaje terapéutico integrativo e individualizado. Capa persona puede requerir un tratamiento diferente que combine o no antifúngicos alopáticos o fitoterapéuticos, probióticos y prebióticos, mejoras en su alimentación y dieta, tratamiento de la integridad de la mucosa vaginal e intestinal, trabajar la detoxificación hepática (Cándida produce muchas toxinas que pueden saturar nuestro hígado)…

   En MuBes contamos con una nutricionista especializada que os podrá ayudar en el abordaje integrativo de la candidiasis vaginal y/o intestinal así como vaginosis bacterianas.https://mubesfisioterapia.com/nutricion/

Trastorno de estrés postraumático tras el parto

Parto traumático

   Es difícil encontrar una definición sistematizada y unívoca de lo que es un parto traumático. Este tiene que más que ver con la vivencia personal de quién está dando a luz y con su modo particular de percibir todo lo que está sucediendo a su alrededor, que con el hecho de que haya un peligro o amenaza real para la vida de la madre o del bebé. Es decir, no existe una relación de causalidad directa entre complicación objetiva del parto y desarrollo de trastorno de estrés postraumático (en adelante, TEPT).

   Un ejemplo de esta subjetividad es la aparición de síntomas en mujeres en un parto aparentemente normal y sin intervenciones (Thompson, 2008).

   Como dice Beck, “el trauma del parto reside en la mirada de quien lo percibe”. Esta afirmación nos conduce a algo esencial: llegar a desarrollar TEPT depende en gran medida de nuestras percepciones de indefensión, peligro y amenaza, haya o no complicaciones objetivas durante el parto.

https://journals.lww.com/nursingresearchonline/Abstract/2004/01000/Birth_Trauma__In_the_Eye_of_the_Beholder.5.aspx

¿De qué depende que tengamos o no está percepción de peligro y amenaza?

   Nuestras percepciones varían en función de factores sociales, culturales y personales. Así por ejemplo, en algunas partes del mundo  y círculos sociales, una cesárea programada puede llegar a  considerarse un privilegio, mientras que en otras puede ser vista como una intromisión en nuestra naturaleza o incluso un abuso del poder médico.

   Las creencias y  expectativas  que tenemos sobre el parto  parecen ejercer una notable influencia en la manera la que lo vivenciamos. Lo que imaginamos y pensamos  muchas veces choca frontalmente con la realidad a la que luego nos enfrentamos, y es esta discordancia la que puede generar un fuerte impacto emocional en nosotros.

   Así mismo, el nivel de medicalización e instrumentalización durante el parto funciona en muchas ocasiones como una alarma que nos mantiene en alerta y con altos niveles de vigilancia.

  A menudo, el trauma de las mujeres es el resultado de las acciones (u omisiones) de las matronas, médicos y enfermeras (Elmir, Schmied, Wilkes y Jackson, 2010).

   Por último, los cuidados inadecuados durante el parto suponen un factor esencial en el desarrollo de la sintomatología, como veremos más adelante.

¿Qué síntomas tiene una mujer con Trastorno de estrés postraumático tras el parto?

-Pensamientos constantes sobre el parto.

Flashbacks (sensación de estar reviviendo el parto). Cualquier situación o acontecimiento que les recuerde el parto puede desencadenar la activación de recuerdos y generarles gran ansiedad.

– Pesadillas durante semanas o meses.

-Sensación de desconexión con el bebé y de irrealidad. Muchas mujeres describen la situación que están viviendo como irreal, como si el mundo fuera distinto y ellas otras personas, como si en parte todo aquello no le estuviera pasando realmente a ellas.

-Necesidad de comprender lo sucedido. En la mayoría de ocasiones, relatan el parto una y otra vez con numerosos detalles.

-Tendencia a comparar su parto con el de otras madres.

-Síntomas de ansiedad y depresión (con frecuencia se confunde este diagnóstico con el de Depresión posparto).

-Irritabilidad y agitación (Ayers, 2004; Olde, van der Hart, Kleber, & van Son, 2006), que afectan seriamente a las mujeres y a sus familiares.

-Dificultad para relacionarse con los sanitarios.

-Rechazo a las relaciones sexuales.

-Temor a la maternidad y a un posible nuevo embarazo.

https://ruja.ujaen.es/handle/10953/1071

¿Hay factores de riesgo y desencadenantes?

-Ser primípara.

-Que haya habido cesárea, sobre todo si es de urgencia.

-Alto intervencionismo obstétrico (Inducción, uso de ventosas, fórceps, etc).

-Parto prematuro.

-Bebé gravemente enfermo tras el parto.

-Que los consentimientos informados no hayan sido respetados.

-Separación temprana del recién nacido.

-Falta de apoyo social y emocional (sobre todo por parte de la pareja).

-Escasez de información y explicaciones durante el proceso.-Sensación de pérdida de control durante el parto.

-Sensaciones prolongadas de dolor (sensación de eternidad).-Problemas de ansiedad y /o depresión previos al parto.

-Responsabilizarse y culparse por los eventos ocurridos durante el parto (Locus de control interno).

-Baja autoeficacia, esto es, creencia de que nuestras capacidades para enfrentarnos a la situación no son suficientes o no sirven de nada.

-Percepción de cuidados inadecuados e incluso maltrato. Conviene que nos detengamos en este punto porque ha resultado ser el factor más importante a la hora de desarrollar estrés postraumático. Son tan importantes los cuidados que incluso que en un parto con complicaciones graves y objetivas, si durante el posparto, los profesionales atienden de forma empática, cariñosa y respetuosa a la mujer, se reduce de forma drástica las probabilidades de desarrollar estrés postraumático por el parto.

   Por el contrario, podemos encontrarnos con mujeres que sufren los efectos traumáticos del parto sin necesidad de que haya habido complicaciones objetivas en el mismo, pero que relatan haberse sentido indefensas, infantilizadas, humilladas, tratadas de forma irrespetuosa y poco empática.

   Algunas de estas mujeres utilizan términos como “bárbaro”, “humillante”, “degradante “e “invasivo” para referirse a su parto (Thompson, 2008).

¿Qué consecuencias puede tener?

-Las mujeres que lidian con los efectos de un parto traumático, pueden sentir dificultad a la hora de relacionarse con el recién nacido, acercarse a él y sostener el contacto físico por tiempo prolongado. A largo plazo, esto puede contribuir a desarrollar modelos de apego disfuncionales, como por ejemplo, de sobreprotección.

-Dificultades para integrar y asumir el nuevo rol de madres. Algunas describen sensaciones en las que sienten como si su bebé no les perteneciera, como si no fuera de ellas.

-Frecuentes sensaciones de vacío (Ayers, 2007).

-Abandono temprano (primeras semanas o primer mes) de la lactancia materna para proteger su salud emocional.

-Percepción de falta de apoyo y sostén de la familia, amigos y pareja. Problemas de comunicación y sexuales con esta última.

-Conductas de aislamiento.

-Temor intenso a futuros embarazos y partos, también llamada tocofobia.

¿Cuándo tengo que pedir ayuda?

   Si durante semanas o incluso meses sientes que no puedes evitar revivir y recrear la situación y las emociones negativas que acompañaron al parto.

  En caso de encontrarte enormemente irritable con quienes te rodean y con los profesionales de la medicina.

  Si sientes un interés enorme, e incluso “desproporcionado” por todo lo que rodea la atención al parto (pensamientos circulares).

  Cuando estás aislada socialmente de amigos y familiares y no te apetece hacer nada ni ver a nadie.

¿Cómo puede ayudarte la psicoterapia?

   La psicoterapia nos ofrece un espacio seguro en el que comenzar a entender y encajar las piezas de ese puzle que  nos cuesta armar.

   Toda recuperación pasa por construir una historia, un relato que explique lo que ha ocurrido y le dé sentido a cómo nos sentimos.  Es decir, tenemos que integrar el trauma (Callister, 2004) en nuestro mundo, contándonos y contando una historia que nos calme, nos consuele y nos ayude a continuar el camino.

   No es casual que muchas mujeres necesiten hablar y contar su parto una y otra vez. Se trata de un mecanismo de supervivencia, que nos empuja a elaborar mentalmente todo lo traumático que nos sucede, para poder darle un sentido y no quedarnos atrapados en el malestar.

    La psicoterapia existe para ayudarte a elaborar esta narración y conseguir transformar esa experiencia traumática en aprendizaje y resiliencia.Desde nuestro servicio de psicología podemos ayudarte. 

https://mubesfisioterapia.com/psicologia-sexologia/

Radiofrecuencia en Suelo Pélvico

   La Radiofrecuencia, Diatermia y Tecarterapia son los distintos nombres con los que se denominan una misma acción física con idéntica respuesta biológica, que se produce con la penetración de calor en los tejidos de unos 8-15 cm de profundidad con el objetivo de incrementar la temperatura del tejido del área lesionada, para acelerar los procesos de auto-curación del cuerpo. Es importante saber que la radiofrecuencia es un tratamiento indoloro, no invasivo y totalmente seguro que puede llegar a ser placentero.

¿Cuál es el mecanismo por el que se produce?

   La radiofrecuencia es una técnica mediante la cual se aplica una corriente de alta frecuencia que penetra en las capas más profundas produciendo un efecto térmico y biológico a nivel celular.

    La radiofrecuencia ayuda a la mejora del riego sanguíneo, el aumento de la oxigenación, la contribución a la regeneración celular, la reducción del dolor y la mejora de la calidad del tejido conjuntivo y muscular, contribuyendo así a aliviar y recuperar la disfunción; en definitiva, a una recuperación más completa y rápida.

https://helioselectromedicina.com/diatermia-fisiowarm

¿Cuáles son sus efectos biológicos sobre nuestro cuerpo?

– Acción analgésica, antiinflamatoria y relajante muscular.

– Estimula la circulación sanguínea: aumenta la saturación de hemoglobina, que se traduce en una oxigenación de las células y por en consecuencia mejorará la funcionalidad del tejido.

– Acelera el metabolismo celular al aumentar el aporte energético a los tejidos

– Acelera los procesos de reparación del tejido al estimular la actividad de los fibroblastos y su síntesis enzimática.

– Acción cicatrizante: acelera el proceso de cicatrización al acelerar la producción de colágeno y elastina. Estimula el tejido conjuntivo (EL 60% del suelo pélvico es tejido conjuntivo).

– Estimula la circulación periférica.

– Drenaje: reabsorción de los hematomas y edemas.

– Reactivación de la bomba sodio-potasio, reequilibrio iónico y del PH.

¿Qué patologías del ámbito de la fisioterapia de suelo pélvico se pueden beneficiar de la radiofrecuencia?

  • Hipotonía(debilitamiento) del suelo pélvico.
  • Prolapsos pélvicos al mejorar la calidad del tejido conjuntivo y el tono muscular.
  • Incontinencias: urinaria, gases y fecal.
  •  Dolor perineal: por su efecto calmante al aumentar el metabolismo y su capacidad de regeneración a la vez que alivia el dolor y la inflamación.
  • Cualquier cicatriz: cesárea, episiotomía y desgarros perineales, por su capacidad desfibrosante son utilizados en procesos fibróticos, adherencias, etc .
  • Disfunciones sexuales femeninas: vaginismo, dispareunia (dolor en las relaciones), anorgasmia.
  • Hemorroides y fisuras anales.
  • Diástasis abdominal: buscando un efecto de neocolagénesis (proliferación de tejido colágeno) para reforzar la línea alba con objetivos funcionales y estéticos sobre la pared abdominal.
  • Sequedad vaginal: hay una mejora de la hidratación, la elasticidad y la regeneración.
  • Tras intervenciones quirúrgicas abdomino-pelvi-perineales.
  • Disfunciones perineales masculinas como disfunción eréctil, dolor pélvico, enfermedad de Peyronie, incontinencia urinaria, prostatitis y tras una cirugía en el área pélvica.
  • Aunque menos importante, tiene un efecto estético, mejorando la microcirculación, disminuyendo el edema y reduciendo los depósitos grasos y la flacidez cutánea. En casos de tripas demasiado flácidas tras el embarazo, que cuestan mucho recuperar aún haciendo ejercicios adecuados, la radiofrecuencia puede ser una gran opción de tratamiento.

https://mubesfisioterapia.com/diastasis-abdominal-mas-alla-de-la-estetica/

¿Cuántas sesiones voy a necesitar?

   La duración y número de sesiones va a depender de cada paciente y del estado de su lesión (aguda o crónica) y sus necesidades así como del estado que presenta el tejido desde el que partimos y del resto de tratamientos con los que complementamos  la terapia. Se hace necesario, como siempre, individualizar cada caso.

¿Cuál es la diferencia con la termoterapia clásica ?

   A diferencia de la termoterapia convencional como son los infrarrojos, la microonda y la onda corta, estos calientan también los tejidos superficiales, y la profundidad no llega a más de 2-3 cm de profundidad en términos generales debido a que el tejido adiposo está muy vascularizado y absorbe mucho el calor impidiendo su penetración a planos más profundos.

   La radiofrecuencia permite dosificar de forma precisa el calor desde las aplicaciones más suaves (atermia) a la más intensa (hipertermia) por gradación de la intensidad del calor y poder variarla durante su aplicación.

   Los primeros dispositivos de radiofrecuencia funcionaban en una sola frecuencia, los más actuales, como el que nosotras tenemos en consulta, si nos permiten variar la frecuencia Está ampliamente aceptado que las frecuencias más bajas penetran más profundamente en el tejido, mientras que las frecuencias más altas funcionan a un nivel más superficial.

   Destaca la capacidad de focalizar la corriente, que deriva en una menor dispersión y mayor penetración que se traduce en mayor eficacia del tratamiento.

¿Qué contraindicaciones tiene la radiofrecuencia?

– Embarazo.

– Heridas abiertas.

– Pacientes pediátricos de menos de 15 kg.

– Marcapasos.

– Baja sensibilidad en la piel y micosis.

– Procesos tumorales.

– Procesos infecciosos.

– Patología cardiovascular: anticoagulantes.

  Si tienes dudas sobre la radiofrecuencia o quieres saber si sería un tratamiento adecuado para tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

Endometriosis, la enfermedad invisibilizada

¿Qué es la endometriosis?

 

   La endometriosis es una patología ginecológica crónica sistémica, que sufren un 10% de las mujeres, en la que encontramos células de tejido similar al endometrio fuera del útero: ovarios (el más frecuente llamado endometrioma o quiste de chocolate, pelvis (vejiga, trompas, recto…), implantes intestinales e implantes extrapélvicos (mucho menos frecuente) que producen reacciones inflamatorias.

¿Cuál es su origen?

   Su origen es multifactorial y se sigue investigando, actualmente existen diferentes teorías, pero parece que la más aceptada es la salida de endometrio a través de las trompas que se implantan en los tejidos. Además, coinciden en que es una enfermedad inflamatoria (existe una desregulación del sistema inmunológico que explicaría también la relación de otras enfermedades autoinmunes y atopías en mujeres que padecen de endometriosis) y estrógeno-dependiente, se necesita un ambiente rico en estrógenos, por eso con la menopausia, al descender el nivel de estrógenos, la endometriosis desaparece.

   La inflamación se da por la reacción del sistema inmune frente a substancias segregadas por los focos endometriales. Derivado de la inflamación aparecen adherencias en los tejidos blandos igual que si se tratara de una cicatriz. Las cicatrices adherentes que se producen provocan restricciones del movimiento de los tejidos, incluso entre los órganos y esto puede provocar más inflamación y dolor.

   Se producen en la fascia y en consecuencia, afectan a su biomecánica y pueden causar disminución de la movilidad y la función visceral, de tejidos blandos, función nerviosa y aporte sanguíneo, desarrollando una disfunción fascial en la cavidad abdomino-pélvica.

  Puesto que la fascia es un tejido continuo que engloba a todo nuestro cuerpo, su tensión puede transmitirse a otros lugares alejados de su ubicación. 

   La extensión de la enfermedad no se correlaciona con la severidad de los síntomas ni con la fertilidad. Podemos ver endometriosis muy extensas en cuanto a cantidad de quistes y/o adherencias con pocos síntomas y viceversa: endometriomas muy pequeños en mujeres que presentan mucho dolor y dificultad para lograr el embarazo. La presencia de dolor neuropático y sensibilización central parecen ser los causantes de las mayores alteraciones en la calidad de vida de las pacientes y no la extensión de las lesiones en si mismas. Se sugiere que el dolor pélvico crónico podría ser resultado de un desequilibrio entre la capacidad nociceptiva (terminaciones nerviosas) y una inadecuada respuesta a nivel central (cerebro).

¿Qué síntomas conlleva?

   El síntoma más manifiesto es el DOLOR que se hacen más evidentes durante el periodo menstrual y mejoran tras la menopausia y durante la gestación:

Dismenorrea: menstruación.

Disquecia (dificultad y dolor al defecar).

-Relaciones sexuales: dispareunia, dependiendo de su localización puede ocasionar dolor durante el orgasmo, en la penetración, en la vagina…

Dolor pélvico.

Disuria: al orinar

Además, sangrado abundante, problemas digestivos, intestinales y de FERTILIDAD, afectando su calidad de vida en todos los casos.

 ¿Cómo se diagnostica?

   El diagnóstico suele demorarse durante años por falta de investigación, de formación a los profesionales y por la falta de escucha en los procesos dolorosos que afectan exclusivamente a mujeres.

   El diagnóstico de endometriosis (y adenomiosis) depende de la magnitud y localización, debe basarse en historia clínica, palpación, ecografía y otros estudios.

   El examen a través de una ecografía transvaginal es el más común, donde se buscan endometriomas en los ovarios o signos indirectos. Puede completarse el estudio con una RMN pélvica y no existen marcadores específicos en analítica. El diagnostico definitivo se establece por laparoscopia, pero por ser una técnica invasiva no es el método diagnóstico general.

¿Cómo se trata?

   Es preciso un abordaje integrativo que será la clave del éxito. Los tratamientos deben centrase en tratar los síntomas, independientemente de la extirpación de las lesiones. Sólo en los casos más graves la solución puede pasar por la cirugía, aunque se evita recurrir a ella para intentar evitar más adherencias y mantener al máximo el tejido ovárico si existe deseo de gestación.

Los objetivos del tratamiento son:

-Tratar el dolor.

-Bloquear la producción de estrógenos.

-Regular el hiperestrogenismo (hábitos de vida).

-Detectar causas que sostienen la inflamación crónica que mantendrán los problemas de salud. 

-Descartar otros problemas de autoinmunidad concomitantes y la resistencia a la insulina que perpetúan la inflamación.

-Terapia psicológica para tratar la esfera psicosocial y relacional, la gestión emocional y del estrés de las pacientes, detectando puntos estresores que puedan exacerbar la progresión de la enfermedad.

-La nutrición.https://mubesfisioterapia.com/nutricion/

-El ejercicio físico en la vida de una persona con endometriosis es imprescindible para el manejo del dolor y la inflamación,incluso hay estudios que determinan que la práctica deportiva regular ofrece mejores resultados que la toma de analgésicos.
Y es que sus beneficios son múltiples:
.
•Efecto antiinflamatorio.
•Efecto analgésico, mejorando el umbral del dolor.
•Favorece el metabolismo de los estrógenos, disminuyendo su concentración.
•Reduce la sensación de fatiga.
•Genera endorfinas, que funcionan proporcionando analgesia y bienestar.
•Regula los niveles de estrés.
Por supuesto el tipo de ejercicio depende siempre del grado de endometriosis, síntomas y de si has practicado deporte a lo largo de tu vida.

-Evitar al máximo la exposición a los disruptores endocrinos.

-Reeducar, informar y romper creencias y tabúes sobre la mujer y sus etapas.

¿Qué puede hacer la fisioterapia?

   Desde la fisioterapia trabajamos la disfunción fascial mejorando la calidad del tejido y su estructura, favoreciendo la movilidad y vascularización y recuperando la función.

   Además, estas mujeres pueden sufrir de cuadros de vejiga dolorosa y obstrucción intestinal. Las adherencias se consideran uno de las principales causas de infertilidad funcional de origen mecánico y podemos influenciar en el proceso de fertilidad por ejemplo en casos de obstrucción de trompas uterinas.

   De forma complementaria podemos trabajar mejorando la postura y patrón respiratorio.https://www.institutosuelopelvico.es/endometriosis-suelo-pelvico/

Dolor menstrual, frecuente si, normal NO

Dismenorrea

¿Qué es la dismenorrea?

   La dismenorrea es el dolor pélvico, abdominoperineal y/o lumbar que acompañan a la menstruación, desde 48 horas antes de la misma y usualmente persiste hasta 48-72 horas. Es un dolor incapacitante o limitante que requiere de la administración de antiinflamatorios y antiálgicos como ibuprofeno o paracetamol. Es una patología que afecta a más de la mitad de las mujeres en edad fértil de nuestro país.

Tipos de dismenorrea

   Puede ser dismenorrea primaria, dolor menstrual sin patología orgánica demostrable en el útero, o dismenorrea secundaria, dolor menstrual asociado a patologías pélvicas como pueden ser endometriosis, adenomiosis, endometritis, estenosis cervical y leiomioma.

   En este artículo nos referimos a la dismenorrea primaria.

¿Qué consideramos entonces normal?

   Consideramos normales aquellas molestias durante el primer día del ciclo o primer día de manchado por la inflamación fisiológica que se produce en este proceso.

   Sin embargo, no consideramos normal, aunque sea frecuente, sentir sufrimiento o dolor que te impida seguir con tu vida diaria, que te exija tomar medicación, o que curse con mareos, vómitos, calambres en la parte inferior de la pelvis o espalda y/o desmayos.

   Para que entendamos el mecanismo del ciclo menstrual, y explicar esas molestias, tenemos que comprender que el cuerpo pone en marcha un proceso de inflamación fisiológica (natural) tanto en las horas previas y siguientes al inicio del sangrado como durante la ovulación, en menor medida.

   Entre otras sustancias, se activan las prostaglandinas locales (que son mensajeros bioquímicos que hacen que se active o ralentice un proceso inflamatorio según del tipo de prostaglandinas: PG1, PG2, PG3). Estas provocan la vasoconstricción (estrechamiento) de las arterias que aportan sangre al endometrio, seguido de una necrosis isquémica, descamación endometrial y así inicia el principio del sangrado. Esto NO debería suponer una condición de dolor, puesto que el cuerpo tiene unos mecanismos fisiológicos, por los cuales, la inflamación que se genera en el útero una vez al mes, se resuelve de manera natural.

   Si sufrimos dolor menstrual mensualmente, tenemos que descartar primero patologías como la endometriosis, adenomiosis, miomas uterinos, pólipos, etc. Descartadas éstas, estaríamos sufriendo dolor menstrual sin que exista ninguna causa orgánica o enfermedad; por lo tanto, hablaríamos de dismenorrea primaria, que se produce cuando una inflamación es muy potente, o bien, tu organismo no la está controlando o resolviendo bien, tras lo cual recurrimos a los antiinflamatorios.

¿Cuáles son sus causas?

   Resulta que el dolor puede estar influido por:

– Generalmente se debe a un inadecuado balance hormonal, bien porque no hay suficiente progesterona en la segunda fase del ciclo o porque hay un exceso de estrógenos (hiperestronismo).

   Tener más estrógenos y menos progesterona puede causar un alto nivel de prostaglandinas. Además, estas prostaglandinas las sintetizamos a través de la ingesta de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 en la dieta, y un exceso de prostaglandinas puede producirse también por la ingesta desequilibrada de estos ácidos grasos, cuando con nuestra alimentación aportamos más omega-6 que omega-3. Ya que la ingesta de omega-6 favorece la producción de prostaglandinas que favorecen la señal proinflamatoria, PGE2.

   Así pues, cuando llega el momento de menstruar, tu organismo tiene una gran facilidad para producir PGE2, pero no hay prostaglandinas para contrarrestar el efecto inflamatorio, PGE1 y PG3 (del omega-3) y esto hace que aparezca dolor.

   Detrás de este disbalance hormonal puede haber múltiples causas, entre ellas: déficits de micronutrientes, una alimentación basada en exceso de alimentos procesados, una función ovárica alterada, alteraciones metabólicas que impidan una correcta eliminación de estrógenos, disruptores endocrinos….

– Los disruptores endocrinos u hormonales, también llamados estrógenos ambientales u hormonas ambientales. Son sustancias químicas, ajenas al cuerpo, capaces de alterar nuestro equilibrio hormonal, por tanto, de alterar el correcto funcionamiento corporal y afectar negativamente a nuestra salud.

Se encuentran en muchos productos de uso cotidiano como insecticidas y pesticidas en alimentos, encontramos ftalatos en juguetes, perfumes o productos de cosmética y cremas solares con filtro UV; parabenos en cosméticos o aditivos alimentarios; bisfenoles en botellas y tuppers de plástico, latas o tickets de la compra, retardantes de llama en productos electrónicos y muebles, nonilfenol en detergentes, aerosoles en desodorantes  Y agentes bactericidas como el triclosán en las pastas de dientes.

– Además todo puede verse influido por factores como: estrés crónico, falta de descanso, sedentarismo, tabaquismo, alcohol, drogas, etc.

¿Cómo podemos evitarlo? 

   El tratamiento médico por elección suelen ser los anticonceptivos orales o los AINES, pero son tratamientos con muchos efectos secundarios.

   El ácido acetil salicílico o ibuprofeno bloquean la síntesis de prostaglandinas, la inflamación disminuye y con ella el dolor. Pero debemos entender que lo normal sería que la menstruación no cursara con dolor, sino con una molestia llevadera y no limitante, una inflamación fisiológica (natural y leve) que tu cuerpo es capaz de gestionar.

   Para evitarlo, es muy importante que revisar tu alimentación. Nuestra dieta habitualmente aporta un exceso de grasas saturadas y de omega-6, por lo que debemos reducir la ingesta de omega-6 e incrementar los omega-3 a partir de incorporar pescado y alimentos del mar, semillas de lino y chía, nueces o alimentos enriquecidos y suplementos nutricionales si fueran necesarios. El omega-6 está presente en los aceites vegetales que se utilizan en los productos envasados y procesados, y el ácido araquidónico presente en embutidos y carnes procesadas.

¿Cuál es el tratamiento?

   Sería conveniente trabajar de la mano con un profesional especializado que estudiara e individualizara el tratamiento en cada caso concreto.

   Además, debemos aportar a la dieta magnesio, cúrcuma y vitaminas A, E, B1, B6 y D para mediar en el control inflamatorio. Tomar el sol e incluir en tu dieta alimentos con β-carotenos como la zanahoria, hortalizas rojas, amarillas y naranjas.

   Comiendo alimentos ecológicos o de origen orgánico. En ellos no se usan los pesticidas como el DDT. Los productos cosméticos debes intentar igualmente que no contengan parabenos.

   La fisioterapia de suelo pélvico se presenta como una alternativa de tratamiento muy efectiva, encaminada a la búsqueda de la causa del dolor, y a la analgesia o disminución del mismo.

¿Qué hacemos desde la fisioterapia? 

   Desde la fisioterapia, abordamos la dismenorrea según el caso individual que presente la paciente con diferentes técnicas y buenos resultados.

– Recomendamos o asistimos ejercicio terapéutico, que aumente la oxigenación y nutrición en los tejidos. Entre ellos, la práctica de yoga 20 minutos al día durante 14 días en la fase lútea ha demostrado ser beneficiosa para reducir sintomatología.

– Hacemos uso de la vibración como herramienta terapéutica analgésica muy útil, en el blog tenemos una publicación sobre ellos.

– Colocamos vendajes neuromusculares que aumenten la vascularización, propiocepción y relajación de estos tejidos.

Enseñamos el proceso fisiológico de la menstruación y de la inflamación que provoca ese dolor, haciendo consciente al paciente para que pueda interpretar y actuar con las distintas herramientas según el proceso y sus síntomas.

– Nos ayudamos de corrientes analgésicas para disminuir el dolor cuando este está en estado agudo.

– Tratamos con terapia manual y osteopatía visceral. Valorando, entre otros, si existe algún bloqueo del diafragma y algún cambio en la posición uterina, pues con estos procesos pueden aparecer tensiones o espasmos en sus uniones ligamentosas y miofasciales y a otros órganos cercanos o región pélvica, que nos limiten el movimiento que necesita el útero para realizar contracciones con dificultad.

https://www.fisioterapia-online.com/articulos/fisioterapia-para-el-tratamiento-de-la-dismenorrea

Efectivamente, el dolor menstrual es muy frecuente en las mujeres de edad fértil, sin embargo, siempre que no tenga una patología asociada diagnosticada, el dolor menstrual no es normal y podemos conseguir disminuirlo y aliviar los síntomas desde la fisioterapia, el ejercicio físico y la alimentación equilibrada.https://mubesfisioterapia.com/wp-admin/post.php?post=171&action=elementor

El uso de vibradores, un aliado terapéutico

¿Por qué son los vibradores un aliado terapéutico?

   Los vibradores pueden ser un aliado terapéutico en el tratamiento de varias disfunciones de suelo pélvico. Aunque antiguamente su uso se limitara a un componente sexual, lo cierto es que hoy en día la  vibración es considerada una herramienta terapéutica con la que vamos a obtener múltiples beneficios para nuestro suelo pélvico tanto en consulta como en trabajo domiciliario.

¿Para qué se sirven los vibradores como terapia? ¿Que conseguimos con ellos?

   Dependiendo del tipo de vibrador, forma, intensidad, frecuencia y del objetivo de la paciente obtenemos diferentes beneficios a nivel muscular, óseo y fascial.

   Conseguimos un aumento del aporte sanguíneo en la zona, y con ello la normalización del tono muscular, es decir, cuando existe una hipertonía (exceso de tono) ayuda a disminuirlo y si existe un hipotono (bajo tono) ayuda a aumentarlo.

También añade un estado de relajación y aumento de propiocepción en la zona que lo utilizamos.

¿Cuándo es aconsejable usarlo?

En consulta, recomendamos su uso en distintas situaciones o disfunciones de suelo pélvico.

  • Alivio del dolor, en pacientes con dolor menstrual (dismenorrea) o dolor pélvico crónico.
  • Mejora del tono muscular interno y externo influenciando el cierre de la vagina.
  • Como tratamiento de cicatriz o edema.
  • En anorgasmias, dificultad para llegar a orgasmo.

¿Cómo usamos vibradores en consulta?

   Primero, enseñamos a la paciente como funciona y como trabajamos con ellos en la zona perineal externa, intracavitaria, pélvica o abdominal, para que vayan familiarizándose con su uso terapéutico.

   Con ello, manejamos el control motor de la zona y hacemos un trabajo de la sensibilidad o de desensibilización a diferentes estímulos.

  • Para el manejo del dolor:

   Usamos una vibración suave, de baja intensidad y constante, en el que incidimos en la presión en vez del movimiento, ya que buscamos la acomodación del tejido y con ello provocar relajación e inhibición de los puntos de tensión. En el caso del dolor menstrual, incidimos en el pubis, zona baja del abdomen y zona lumbar.

  • Para mejorar el tono muscular o cierre de la vagina:

    Utilizamos los cambios de ritmo y aumento de intensidad en la vibración, siempre que sea agradable, y sumarle movimiento, para evitar la acomodación de los tejidos al estímulo.

    Muy útil en rectoceles, apoyado sobre la pared posterior de vagina internamente sin empujar.

    Para el cierre vaginal colocamos el vibrador en las primeras sesiones en la musculatura superficial y si queremos trabajar las paredes de la vagina usamos un vibrador intracavitario, (que podamos introducir).

    Además, esto podemos combinarlo con trabajo de contracciones voluntarias.

  • Para el tratamiento de cicatriz:

   Desensibilizando la zona, siempre que esta esté bien cerrada y cicatrizada. Empezamos con intensidades bajas y vamos subiendo la intensidad poco a poco conforme se acomoda el tejido, con presión progresiva sobre él.

  • Para anorgasmias: 

Al mejorar la calidad del tejido y el tono muscular en suelo pélvico mejorará la sensibilidad y las relaciones sexuales.

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¿Cuánto tiempo lo usamos?

   Con finalidad terapéutica podemos usar la vibración entre 10 y 15 minutos al día, dependiendo del objetivo que tengamos con su utilización.

¿Qué tipo de vibrador es terapéutico?

   Cualquier vibrador u objeto que produzca vibración que tengamos en casa puede ser útil como tratamiento. Ellos deben tener diferentes frecuencias e intensidades que se puedan modular.

   Para el dolor es preferible usar vibradores largos, con intensidades regulables bajas y finos para el tratamiento de puntos gatillo; para el cierre vaginal vibradores más anchos y para tratamiento de la cicatriz es aconsejable usar cualquier vibrador pequeño con punta redondeada.

¿Se puede usar en todos los casos? ¿hace falta valoración por profesional?

    Por normal general, la vibración no es una herramienta terapéutica con muchas contraindicaciones, pero es aconsejable la valoración por tu fisioterapeuta especializado en Uroginecología para descartar otras disfunciones que limiten el uso de esta terapia como dolor que no haya sido tratado en consulta, o de intensidad tal que la vibración le resultara desagradable.

   Como hemos visto los vibradores  pueden ser un aliado terapéutico en el tratamiento de varias disfunciones de suelo pélvico como complemento al tratamiento de fisioterapia especializada tanto en consulta como en domicilio.