Dolor de ligamentos redondos en el embarazo

   Muchas embarazadas, más frecuentemente durante el segundo trimestre de gestación notan dolor/punzada rápida en la parte baja del abdomen que se pude extender hasta la ingle y la vulva ante un cambio de movimiento, dura unos segundos y desaparece con un cambio de postura o de forma espontánea. Puede darse en un solo lado o en ambos. Su intensidad es variable desde una molestia a un dolor intenso.

  Es frecuente, y a pesar de la intensidad no supone ninguna complicación del embarazo ni es dañino para madre o bebé.

¿Qué puede ocasionarlo?

-Tos.

-Estornudo.

-Risa.

-Movimiento brusco.

-Andando

-Girando en la cama.

¿Por qué se produce?

     Estos ligamentos mantienen el útero en suspensión dentro del abdomen. Al aumentar el tamaño de éste durante el embarazo de forma natural, estos ligamentos se ven estirados como una cuerda o banda elástica. A menudo, se contraen y estiran rápidamente, causando estos espasmos de los ligamentos que irritan las fibras nerviosas provocando estos calambres tan desagradables.https://www.emedicinehealth.com/pregnancy_round_ligament_pain/article_em.htm

¿Cuándo debo consultar al médico?

   Si tenemos alguna duda sobre el origen de nuestro dolor lo aconsejable es consultar a un médico que descarte otros problemas como:

– Infección de orina.

– Contracciones prematuras.

– Hernia inguinal.

– Cálculo renal.

   O si presentamos síntomas como:

– El dolor no desaparece en unos segundos o no se alivia con un cambio de posición.

– Dolor al orinar.

– Fiebre.

– Naúseas o vómitos asociados al dolor.

– Cambio flujo vaginal.

– Aumento de presión en la pelvis

– Dificultad para caminar.

¿Qué puedo hacer para aliviar las molestias?

– Ejercicio físico adecuado y adaptado a la etapa gestacional tutorizado por un profesional formado.

 – Cuidar la postura durante las horas de trabajo, evitando cruzar las piernas.

– Evitar los tacones por el cambio en la curvatura lumbar.

– Agacharse y levantarse de forma correcta manteniendo la espalda en posición adecuada de forma vertical flexionando las rodillas.

– Cambiar de posición de forma suave y evitar los movimientos bruscos.

– Descansar cuando nos duela mucho.

– Baño de agua templada.

– Calor suave en la zona hasta que disminuya el dolor.

– Evitar coger peso excesivo.

– Usar el cinturón pélvico (no la faja abdominal) para estar de pie o andando; nunca para estar sentadas.

– Estiramientos de la cadena anterior.

– Respiraciones profundas abdominales.

– Auto-estiramiento de la parte inferior del abdomen.

– Fisioterapia, la terapia manual alivia de forma importante estos síntomas.

   Es una dolencia sin riesgo para la salud, la cual, suele desaparecer con el paso de las semanas, pero cuando la molestia se convierte en dolor es aconsejable realizar las recomendaciones indicadas y en caso de que no desaparezcan acudir a un fisioterapeuta especializado en obstetricia.https://mubesfisioterapia.com/embarazo/fisioterapia-obstetrica/

 

Última guía de recomendaciones de ejercicio en embarazo y postparto ¿Qué nos dice?

   Como ya explicamos en el artículo de “Ejercicio y actividad física en el embarazo ¿qué puedo hacer” https://mubesfisioterapia.com/ejercicio-fisico-y-actividad-fisica-durante-el-embarazo-que-puedo-hacer/ , lo primero que debemos saber es que la actividad física no es lo mismo que el ejercicio físico. La principal diferencia es que el ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y con movimientos repetitivos cuyo objetivo es mejorar la condición física, por lo que debe considerarse un elemento esencial en la vida de todas las personas, pero en especial consideración durante estas etapas de la vida de la mujer debido a los numerosos beneficios que aporta tanto a la madre como al bebé.

   Aquella mujer, que antes de quedarse embarazada, realizaba de manera habitual alguna actividad aeróbica de intensidad vigorosa-moderada o que era físicamente activa, debe continuar realizando dichas actividades, pero siempre con una serie de modificaciones presentes en dichas actividades.

RECOMENDACIONES

   La actividad física en todas las etapas de la vida, incluidas el embarazo, aporta numerosos beneficios a nuestra salud, por lo que el embarazo es un momento ideal de la vida de la mujer para mantener o comenzar con un estilo de vida saludable y las recomendaciones que nos da el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG por sus siglas en inglés) son las siguientes:

–  La actividad y el ejercicio físico en el embarazo tienen un mínimo riesgo para la salud de la mujer y el bebé, además de mostrar numerosos beneficios en la mayoría de mujeres, aunque son necesarias algunas modificaciones en las rutinas de ejercicios.

–  Es necesario realizar una evaluación médica previa a comenzar con un programa de ejercicio para asegurar que no existe ningún riesgo para prohibir el ejercicio.

–  Mujeres que no presenten ninguna complicación, deben ser animadas a comenzar con ejercicios aeróbicos y de fuerza antes, durante y después del embarazo.

–  Obstetras y ginecólogos deben evaluar a la mujer con alguna complicación antes de recomendar iniciar alguna actividad durante esta etapa.

BENEFICIOS DEL EJERCICIO DURANTE EL EMBARAZO

   Los beneficios del ejercicio físico durante el embarazo son numerosos. Realizar de manera regular ejercicio aeróbico durante el embarazo mejora o mantiene los niveles de condición física materna y son muchos los estudios sobre mujeres que realizan ejercicio físico durante el embarazo, los que demuestran beneficios como:

–  Mayor incidencia de parto vaginal.

–  Disminuye el riesgo de:

o Excesivo aumento de peso durante la gestación.
o Padecer diabetes gestacional.
o Presentar desordenes de hipertensión tales como la hipertensión gestacional o preeclampsia.
o Parto prematuro.
o Parto por cesárea.
o Menor peso del bebé al nacer.

RECOMENDACIONES SOBRE EL PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO

 

   Los programas de entrenamiento no difieren en gran medida de los programas para la población general, pero si existen una serie de modificaciones que hay que incluir dentro de ellos:

–  20-30 minutos de ejercicio a intensidad moderada todos los días o la mayoría de ellos.

–  Utilizar la escala de percepción del esfuerzo para controlar la intensidad de la actividad,manteniendo un rango de 13-14 de la escala de Borg.

–  Es necesario mantener una buena hidratación antes, durante y después del ejercicio.

–  Evitar largos periodos de tiempo tumbada boca arriba al igual que largas exposiciones a altas temperaturas.

–  Parar el ejercicio si existen signos de advertencia (explicados en el artículo nombrado al comienzo).

Tipos de ejercicios

–  Caminar.

–  Bicicleta estática.

–  Ejercicios aeróbicos:

–  Bailar.

–  Ejercicios de fuerza.

–  Ejercicios de estiramiento.

–  Aeróbic acuático.

POBLACIONES ESPECIALES

➢ Mujeres embarazadas con obesidad

   Las mujeres embarazadas con obesidad deben ser alentadas para comenzar con un estilo de vida saludable que incluya actividad física y una dieta controlada. Estas mujeres deben comenzar con intensidad bajas, con cortos periodos de ejercicio que vayan gradualmente incrementándose conforme sean capaces.

➢ Atletas

   Realizar ejercicios de intensidad vigorosa hasta el tercer trimestre de gestación parece ser seguro para la mayoría de mujeres saludables, aunque es necesaria mayor investigación sobre los efectos de esta intensidad durante el primer y el segundo trimestre de embarazo. Las atletas de competición requieren de un mayor control y frecuentes revisiones debido a que tienden a mantener intensidades extenuantes durante el embarazo y vuelven al entrenamiento en fases muy tempranas del postparto.

EJERCICIO EN EL POSTPARTO

   Normalmente las mujeres que han estado realizando programas de entrenamiento durante el embarazo, la participación en estas actividades disminuye una vez dado a luz, lo que conduce al sobrepeso y la obesidad.

   El tiempo de postparto es una oportunidad para los ginecólogos y obstetras para recomendar un estilo de vida saludable. Las rutinas de ejercicios deben reincorporarse de manera gradual después del parto, dependiendo del tipo de parto. El tipo de ejercicios que deben realizarse durante esta etapa son:

–  Ejercicios de suelo pélvico, que pueden ser iniciados en el postparto inmediato.

–  Ejercicios de fortalecimiento abdominal, enfocados en el transverso abdominal.

   Además, el ejercicio aeróbico regular en mujeres lactantes ha demostrado que aumenta la condición cardiovascular de la mujer sin afectar a la producción y composición de la leche o al crecimiento del bebé.

   Toda la información expuesta ha sido extraída de la última guía de recomendaciones del ACOG, titulada “Physical Activity and Exercise During Pregnancy and the Postpartum Period” a la que podeis acceder en el siguiente enlace https://www.acog.org/clinical/clinical-guidance/committee-opinion/articles/2020/04/physical-activity-and-exercise-during-pregnancy-and-the-postpartum-period

 
 
 

Diástasis abdominal, más allá de la estética

¿Qué es la diástasis abdominal o de rectos?

   Es la excesiva separación de los vientres del recto abdominal (el músculo más externo de la parte anterior del abdomen, las dos hileras de cuadraditos), que se produce en cualquier punto de la línea alba, la cual va desde el final esternón y las costillas hasta el pubis. La diástasis de rectos es más común en la zona supraumbilical y umbilical.

La línea alba es el tejido conjuntivo (un tejido de conexión formado por colágeno) y punto de sostén y anclaje del recto del abdomen y de los otros músculos de la pared abdominal que son el oblicuo interno, el oblicuo externo y el transverso abdominal.

¿Qué factores de riesgo existen? ¿Por qué a las embarazadas se ven más afectadas?

   Las causas que puede provocar la separación de la pared abdominal son:

  • Los grandes aumentos de peso y obesidad.
  • La tensión excesiva del abdomen ya sea con la práctica de abdominales convencionales y/o con ejercicios cotidianos que aumenten la presión intraabdominal.
  • Hipertonía de la musculatura abdominal, sobre todo en mujeres deportistas.
  • Estreñimiento crónico.
  • Embarazo.
  • Los fumadores y pacientes con tos crónica.
  • La posición que tome el feto en el útero.
  • Inflamación visceral, sobretodo del intestino y distensión abdominal.
  • Etnias (raza negra tienen un tejido con colágeno de peor calidad).

   Durante el embarazo, el 66% de las gestantes en tercer trimestre y el 100% al final de la gestación presentan una diástasis funcional, ya que la línea alba cambia su composición debido a los cambios hormonales (progesterona, relaxina y estrógenos) para poder distenderse y separar los rectos de la línea media, produciendo un estiramiento del músculo que está debajo, el transverso profundo y dar cabida a nuestro bebé. En esta etapa de embarazo trabajaremos para minimizarla y prevenir dolores y disfunciones.

    Aunque las mayorías de las diástasis abdominales que se presentan durante el embarazo se corrigen después del parto, el 53% de las mujeres la mantienen durante el postparto inmediato (primeras 6 semanas postparto), período tras el cual se cierran la mayoría. Si tras la revisión que debemos hacer por un fisioterapeuta especialista en uroginecología tras cuarentena persiste dicha distención lo abordaremos con un programa integral.

¿Para qué sirve la pared abdominal?

   El abdomen tiene muchas funciones importantes dentro del cuerpo y cuando hay una separación de esta pared se altera la función de la misma.

Se encarga de:

  • Producir movimiento: flexión nuestro tronco.
  • Sujeción visceral y sostén de vísceras.
  • Mantener la postura y estabilizar el tronco para poder realizar correctamente los movimientos.
  • Transferir las cargas y gestionar las presiones internas de nuestro cuerpo, para que no lo tengan que hacer otras estructuras como, por ejemplo, nuestro suelo pélvico.
  • Participar en la respiración.
  • Influir en el momento del parto y en la defecación.

¿Qué consecuencias tiene?

-La primera causa de consulta suelte ser a nivel estético, pues visualmente vemos que hemos recuperado el peso, pero seguimos teniendo la flacidez abdominal o la barriga abultada.

-La consecuencia más común es la inestabilidad de tronco y pelvis repercutiendo en la postura y causando dolor lumbar. Normalmente estos síntomas se acusan durante el embarazo, sobre todo durante el tercer trimestre, en el postparto o en cualquier momento si la diástasis de los tejidos persiste después del período de postparto.

-Debilitamiento del suelo pélvico, ya que alteramos la postura y la estabilidad, lo que nos puede hacer más propensas a cursar con incontinencias o prolapsos.

-Problemas con las digestiones como pesadez, hinchazón, gases.

En algunos casos podemos llegar a tener hernias umbilicales.

¿Cómo podemos saber si tenemos Diástasis Abdominal?

   La mejor forma es con el diagnóstico de un profesional sanitario especializado.Si tienes algunos de los síntomas anteriores o te notas la zona abdominal de debajo o encima del ombligo blanda o flácida, observas un bulto o protuberancia en el abdomen al flexionar el tronco, cargar algún peso, agacharte o toser cabe la posibilidad de que sea causado por una diástasis abdominal.

   De forma orientativa podemos realizar un test: tumbada boca arriba con las piernas flexionadas y los pies apoyados, coloca tus manos en la línea alba, realiza un abdominal tradicional, y palpa con tus dedos si existe hueco entre los rectos abdominales. Si existe más de 2,5 cm o nos caben dos dedos se considera que existe diástasis.

¿Cómo se trata?

   Dependiendo de la separación que tengamos de estos rectos, el tratamiento será de fisioterapia como primera opción o si la separación es muy grande (más de 2,5 cm) sería conveniente consultar además al cirujano de pared abdominal por si necesitásemos intervención quirúrgica.

   Si estuviera indicado el tratamiento quirúrgico, la fisioterapia especializada previa y posteriormente nos ayuda a minimizar las consecuencias y tener una mejor recuperación.

   Con ejercicio específico y consejos durante el embarazo nuestro objetivo será miniminar la diástasis abdominal, conseguir que el abdomen sea competente, que sepa gestionar las presiones y lleguemos en las mejores condiciones posibles al parto, además influye en el pronóstico de recuperación tras el parto.

   Las técnicas de fisioterapia y pautas cotidianas que te daremos en consulta serán:

  • Ejercicio terapéutico.https://mubesfisioterapia.com/entrenamiento-personal-2/
  • Reeducación postural con gimnasia abdominal hipopresiva especifica e indicada, trabajo con el tronco 5P.
  • Trabajo sobre el tejido con terapia manual, kinesiotape, electroterapia, biofeedback.
  • Aumentar la propiocepción y control motor de la musculatura.
  • Educación en las actividades de la vida diaria y al esfuerzo como tratamiento y prevención.
  • Reeducación de la respiración.
  • Recomendaciones nutricionales.

¿Cómo podemos evitarlo? ¿Qué podemos hacer y qué no?

   Podemos disminuir sufrir diástasis abdominal con la realización de ejercicio previo, durante embarazo y en el postparto, con higiene postural y alimentaria, corrigiendo factores de riesgo como el estreñimiento crónico o la deshidratación de los tejidos que unen estos rectos abdominales, y manteniendo un buen tono de nuestra zona abdominal para que cuando realicemos actividades diarias que aumenten la presión interna, como son levantarnos de la cama, quitarnos la ropa sin estar apoyadas, coger peso del suelo o realizar empujes nuestra musculatura nos proteja de lesionarnos

   Debemos evitar hacer movimientos de flexión abdominal (crunch abdominal) cuando haya factores predisponentes y siempre que no haya control en la zona abdomino-pelvi-perineal así como realizar empujes defecatorios o levantar peso en apnea (aguantando la respiración).

   Hacemos hincapié en la importancia de trabajar en la prevención y de acudir a un profesional siempre que tengamos algún síntoma de los descritos para iniciar un tratamiento adaptado lo antes posible evitando consecuencias posteriores si se mantiene esta diástasis en el tiempo.

   Por último, queremos mencionar que la diástasis de rectos no es la única responsable de un abdomen prominente o de determinados síntomas que hemos comentado, ya que el tono abdominal y la competencia abdominal juegan un papel igual o más importante en esto.

Ejercicio y actividad física en el embarazo ¿qué puedo hacer?

   Cuando nos quedamos embarazadas empiezan a surgirnos muchísimas dudas en relación a qué tipo de actividades o ejercicios puedo realizar durante esta etapa, pero sobre todo qué no debo o puedo hacer. 

Diferencia entre  ejercicio físico y actividad física

  Antes de comenzar, hay que dejar claros los siguientes dos conceptos, Actividad Física VS. Ejercicio Físico:

   -La Actividad Física es cualquier movimiento corporal de nuestros músculos esqueléticos que dé como resultado un gasto energético mayor al que tenemos en un estado de reposo. Ejemplos: actividades cotidianas como trabajar, asearse, limpiar, caminar…

   -El Ejercicio Físico es Actividad Física pero planeada, estructurada y de manera repetitiva con el fin u objetivo de mejorar o mantener los niveles de condición física. Ejemplos: entrenamiento de fuerza, de resistencia, de velocidad… Todos ellos planificados.

¿Cómo saber si puedo hacer ejercicio físico?

   La última guía de recomendaciones de actividad física durante el embarazo (https://bjsm.bmj.com/content/52/21/1339) publicada por el CSEP (Canadian Society for Exercise Physiology) nos dice que toda mujer embaraza puede seguir realizando actividad física con la excepción de tener alguna contraindicación.

   Las contraindicaciones que se explican se clasifican en relativas o absolutas (ver tabla). Las mujeres que tengan contraindicaciones relativas deben consultar con su ginecólogo sobre si deben o pueden realizar ejercicio físico y las mujeres que tengan contraindicaciones absolutas no deben realizar ejercicio físico, pero todas deben mantenerse activas, es decir, si podrán realizar actividad física.

CONTRAINDICACIONES RELATIVAS

CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS

Ø  Abortos previos recurrentes.

Ø  Hipertensión gestacional.

Ø  Historial de partos prematuros espontáneos.

Ø  Enfermedad cardiovascular o respiratoria leve o moderada.

Ø  Anemia sintomática.

Ø  Malnutrición.

Ø  Desórdenes alimenticios.

Ø  Embarazo gemelar después de la semana 28.

Ø  Otras condiciones médicas significativas.

Ø  Ruptura de membranas.

Ø  Riesgo de tener parto prematuro.

Ø  Sangrado vaginal persistente e inexplicado.

Ø  Placenta previa después de la semana 28 de gestación.

Ø  Cérvix (cuello uterino) incompetente.

Ø  Restricción de crecimiento intrauterina.

Ø  Pre-clampsia .

Ø  Embarazo múltiple (trillizos).

Ø  Diabetes tipo I no controlada.

Ø  Hipertensión no controlada.

Ø  Enfermedad tiroidea no controlada.

Ø  Otras enfermedades cardiovasculares, respiratorias o sistemáticas graves.

¿Realizabas ejercicio físico/entrenamiento antes de quedarte embarazada?

   La duda más escuchada que tienen las mujeres que se quedan embarazadas y entrenaban de manera continua antes de este momento es: 

¿Puedo seguir entrenando ahora que estoy embarazada?

   La respuesta es sí, siempre y cuando no tenga ninguna contraindicación de las explicadas anteriormente, y no de la misma manera que si no estuvieras embarazada.

   Las mujeres que no realizaban ningún tipo de ejercicio físico antes del embarazo, pueden comenzar a realizarlo, pero de manera progresiva y siempre bajo supervisión de un especialista en ejercicio en embarazo y posparto.En el siguiente enlace ampliamos información e cómo lo hacemos en nuestro centro:https://mubesfisioterapia.com/clases-grupales/ejercicio-fisico-en-embarazo/

   Es recomendable que comiences a ser activa durante el embarazo ya que aporta grandes beneficios tanto para ti como para tu bebé, pero de esto hablaremos en otro post.

¿Qué tipo de actividades están prohibidas durante el embarazo?

   Algunas actividades deportivas suponen un riesgo para el embarazo y están contraindicadas. Estas actividades son las siguientes:

  • Actividad física con calor excesivo, especialmente con alta humedad.
  • Actividades de contacto físico o riesgo de caída.
  • Submarinismo.
  • Mujeres que vivan a menos de 2500m de altitud deben evitar realizar actividad física a gran altitud (>2500m).

   Además, debes mantener una buena hidratación, beber agua antes, durante y después del ejercicio/actividad.

Razones por las que parar la actividad física o entrenamiento

   Si realizas alguna actividad o sesión de entrenamiento y experimentas algunos de los siguientes síntomas, debes para inmediatamente y acudir al médico:

-Falta de aire excesiva y persistente que no se recupera en reposo.

-Dolor severo en el pecho.

-Contracciones uterinas regulares y dolorosas.

-Sangrado vaginal.

-Pérdida persistente de fluido desde la vagina que pueda indicar la ruptura de membranas.

-Mareo o debilidad persistente que no desaparece al descansar.

   Si quieres profundizar en todos los conceptos explicados en este post, os recomendamos que visitéis este enlace https://csepguidelines.ca/guidelines-for-pregnancy/y no dudéis en poneros en contacto con nosotras para resolver cualquier pregunta que pueda surgiros.