¿Cómo afecta a la lactancia y a los problemas digestivos la plagiocefalia y/o tortícolis?
La plagiocefalia posicional es la asimetría del cráneo, ocasionada por una presión constante localizada en una misma región. Suele ocurrir cuando un bebé está tumbado boca arriba con la cabeza girada siempre al mismo lado.
La cabeza tiene una forma alargada y estrecha (cabeza oblicua), y es particularmente común en bebés prematuros. En la plagiocefalia deformacional no existe fusión real entre los huesos del cráneo, es más bien un estado de tensión que impide el correccto modelaje del hueso. Suele estar provocado por tensión muscular y se conoce como tortícolis y puede ser congénita o no.
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¿Cuál es la relación entre la plagiocefalia posicional, los problemas de lactacia y el cólico del lactante?
Existen dos hipótesis sobre la relación existente entre la plagiocefalia posicional y el cólico del lactante: una disfunción vertebral y una disfunción craneal. Esto es, tensiones a nivel de las vértebras dorsales y/o del cráneo.
Un bloqueo vertebral por tensiones en las membranas que recubren la médula, podría provocar un mal funcionamiento del sistema nervioso que desemboca en una hipersensibilidad o en un problema de funcionamiento visceral.
A nivel craneal, el cólico del lactante puede ser provocado por alteraciones en el cráneo del bebé mediante tensiones adquiridas en el momento del parto o por otros agentes perinatales, como la posición de la cabeza tumbado:
- Durante el proceso del parto el bebé se ve sometido a fuerzas mecánicas que actúan sobre su cuerpo, pudiendo convertirse en agentes lesionales y causar la irritación de los nervios craneales.
- La posición de la cabeza del bebé en rotación, aumenta la presión en la sutura occipitomastoidea es decir, la línea de unión entre los huesos occipital y temporal, situada en la base del cráneo, por detrás de la oreja, provocando el aplanamiento y rotación de estos huesos.
Los nervios que discurren a través de estos huesos (pares craneales) controlan los movimientos de los músculos implicados en la succión y deglución del bebé (lengua principalmente), así como el proceso digestivo. De acuerdo con esto, se produce una irritación de estos nervios que podría provocar irregularidades digestivas en el bebé y dificultades a la hora de succionar, tragar y alimentarse, típicas en el cólico del lactante.
Estas tensiones a nivel de los músculos dorsales, cervicales, músculos de la lengua, de la mandíbula, irritación de los nervios a los que hemos hecho referencia, generan problemas de agarre y succión- deglución afectando a la producción de la leche y la ganancia de peso del bebé, además de molestias y problemas en el pecho de la madre.
Además puede existir frenillo corto lingual o anquiloglosia que puede perjudicar la lactancia tanto si es materna como artificial. En ocasiones, en necesario practicar una frenotomía, otras se pueden solucionar con fisioterapia y en algunos casos son necesarios los dos abordajes.
Tras la frenotomía es necesario un seguimiento y unos ejercicios para la correcta cicatrización y recuperación.
¿ Qué debemos hacer si esto ocurrre?
Además de tratar a nivel local los tejidos que rodean y forman el tracto digestivo del bebé y la estructuras implicadas en la lactancia, debemos abordar las tensiones a nivel craneal, columna y pelvis, que también se ve implicada en casos de plagiocefalia posicional o deformacional.
Por tanto, tratamos:
- A nivel craneal: suturas o “uniones” entre los huesos del cráneo con tensiones. Son técnicas manuales suaves, sin fuerzas de compresión bruscas, que buscan liberar las tensiones que no dejan que los huesos del cráneo crezcan adecuadamente y compromentan estructuras cercanas (nervios, músculos…).
- A nivel de columna y pelvis: igual que en el cráneo se usan técnicas de Fisioterapia y Osteopatía para tratar tensiones que comprometen nervios y estructuras que comprometen el buen funcionamiento digestivo.
- A nivel del aparato digestivo: se movilizan los tejidos también con técnicas suaves de Fisioterapia y Osteopatía para favorecer el movimiento peristáltico y eliminar la acumulación de gases y reducir el estreñimiento y el reflujo.
El resultado es que en pocas semanas el bebé comerá mejor y desaparecerán sus síntomas digestivos. A nivel del cráneo el tratamiento se puede prolongar, según el grado de deformación a algunos meses. Es importante seguir lar recomendaciones del Fisioterapeuta en cuanto a los cambios posturales, ejercicios de estimulación y otras pautas que ayuden a la pronta recuperación del bebé.
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