Frenillo lingual corto o anquiloglosia

   

   El frenillo lingual corto o anquiloglosia puede provocarnos diferentes dificultades, no solo en el habla como siempre se ha pensado.En este artículo hablaremos sobre que es un frenillo lingual corto o anquiloglosia, cómo se clasifican y qué podemos hacer si nuestro hijo lo presenta. 

¿Qué es el frenillo lingual?

   

   Es un pliegue vertical de mucosa que se encuentra en la cara ventral de la lengua, es decir en la parte de abajo y que la une con el suelo de la boca. No todos los frenillos se catalogan como anquiloglosia.

¿Qué es la Anquiloglosia?

 

   Anquiloglosia significa que la lengua está anclada o atada al suelo de la boca, es decir, que hay un impedimento en la movilidad lingual. Por lo tanto, que la lengua esté limitada en sus movimientos puede provocar alteraciones en las distintas funciones orofaciales.

¿Cómo podemos saber si nuestro hij@ tiene frenillo lingual corto?

 

   Vamos a detallar algunos signos que podemos observar en el bebé: 

 

       Lengua bífida o en forma de corazón

       Retrognatia (posición retraída de la mandíbula)

       Paladar ojival

       Lengua baja en reposo y respiración oral

       Callo de succión

       Escasa ganancia de peso

       Tomas muy largas

       Irritablilidad 

       Chasquidos cuando maman

       Cólicos y/o gases

       Atragantamientos

       Reflujo o regurgitaciones 

       Grietas y heridas en los pezones

       Mastitis y/u obstrucciones

       Baja producción de leche

Y los signos en el niño: 

       Dificultades de elevación lingual

       Dificultades para sacar la lengua mas allá de los labios

       Lengua bífida o en forma de corazón 

       Dificultades al vibrar 

       Lengua baja y respiración oral

       Maxilar estrecho y paladar ojival 

       Apiñamiento dental

       Retrognatia 

       Dificultades en la deglución y/o masticación

       Maloclusiones dentales

       Dificultades de habla

   Por lo tanto, cuando hay anquiloglosia aparecen diferentes estrategias compensatorias que intentar suplir algunas de las necesidades que se han detallado anteriormente y esto provoca que aumenten las alteraciones en las funciones e incida directamente sobre la estructura. 

¿Cómo se clasifican los frenillos linguales?

   Frenillo anterior o tipos 1: con inserción en la punta lingual y en el borde alveolar inferior. 

         Frenillo anterior  o tipo 2 con inserción unos milímetros por debajo de la punta lingual y a unos milímetros de distancia del borde alveolar inferior. 

          Frenillo posterior o tipos 3 con componente submucoso, aunque se observa una pequeña membrana visible. 

          Frenillo posterior o tipos 4 con componente submucoso. No se aprecia a simple vista ya que se encuentra bajo una capa de tejido submucoso completamente. 

 Esta clasificación no implica que un tipo tenga mas gravedad que otro. 

¿Qué hacer si nuestro hijo presenta una anquiloglosia?

 

  Hay diferentes herramientas de valoración de anquiloglosia, es importante que se realice una buena valoración para determinar si es necesaria la cirugía. Dependiendo de la edad, se realiza un tipo de valoración.

 

  Es importante acudir a un especialista para que valores las características y necesidades individuales y decida el tipo de intervención que necesita. Tanto si es necesaria intervención quirúrgica como si no, se debería realiza un trabajo multidisciplinar entre diferentes profesionales, entre los que están incluidos el cirujano, el fisioterapeuta -osteópata y el logopeda.

  El fisioterapeuta – osteópata se encarga de trabajar a nivel de musculatura, fascias y articulaciones que conforman el sistema estomatognático, es decirla mandíbula, músculos de la base de la lengua y musculatura cervical.Además a nivel de cráneo, ya que no olvidemos que éste es maleable y puede sufrir deformaciones durante el embarazo, el parto y por la forma de colocarlo y cogerlo.

  Conclusión

  En resumen, el frenillo lingual corto o anquiloglosia puede causar diferentes consecuencias y estas estarán directamente relacionadas con las funciones orofaciales. 

Se pueden presentar estas dificultades desde el nacimiento, observándose principalmente las dificultades en la lactancia y provocando consecuencias tanto en el bebé como en la madre. 

  Si existe alguna sospecha de que el niño puede tener alguna alteración en el frenillo, es importante que la evaluación la realice un profesional para valorar las necesidades reales.

  No dudes en contactarnos, te asesoraremos y ayudaremos a solucionarlo.

 

Dispareunia…cuando la vagina duele

   La dispareunia es el dolor persistente o recurrente en la vagina antes, durante y después de las relaciones sexuales, al intentar introducir un dedo, un pene, un tampón, la copa menstrual, el espéculo o en una ecografía vaginal. Las personas afectadas con dispareunia pueden experimentar dolores muy variados, como: sensación de ardor, quemazón, picor, dolor cortante, escozor, tirantez, presión o hipersensibilidad.  

   Es un dolor muy frecuente, se estima que entre un 15-20% de las mujeres lo han sufrido. La incidencia en la mujer es mucho mayor que en hombres, y aumenta en determinadas épocas de la vida como es el postparto o la menopausia.

Es un dolor que frecuentemente se ha normalizado y silenciado.

Tipos y Causas de dispareunia

   Se pueden diferenciar dos tipos según el momento en el que la mujer sienta el dolor, distinguiendo entre:

Dispareunia superficial

  Cuando el dolor se da al inicio de la penetración se localiza a nivel del introito (entrada vaginal) y tercio externo de la vagina. Causadas por:

– Cicatrices como episiotomías o desgarros perineales tras el parto.

– Alteraciones del tono muscular como contractura o espasmo muscular (obturador interno y piramidal).

–  Síndrome miofascial.

–  Infecciones vulvo-vaginales o alteraciones cutáneas como las candidiasis de repetición o las cistitis.

– Estrés, tensión, bruxismo.

– Alteraciones de la mucosa vaginal como la sequedad.

– Déficit de estrógenos durante la lactancia o la menopausia.

– Tras cirugías a nivel perineal.

– Predisposición genética.

– Efecto secundario con algunos fármacos que se utilizan como terapia complementaria en el tratamiento del cáncer, algunos anticonceptivos, antidepresivos e hipotensores pueden alterar la lubricación vaginal así como post-radioterapia.

– Psicológica, relacionada con la educación sexual recibida, con las relaciones previas dolorosas o traumáticas, falta e autoestima y/o deseo sexual, ansiedad, estrés, depresión….

Dispareunia profunda

 Cuando el dolor se manifiesta al final de la penetración, reflejado en el fondo de la vagina e incluso a veces en la parte inferior del abdomen. Causadas por:

– Endometriosis por el tejido cicatricial y las adherencias que genera.

– Prolapsos.

– Diferentes síndromes inflamatorios que generen una congestión pélvica como miomas o quistes ováricos.

– Fijaciones del cuello y cuerpo del útero.

– Mala alimentación, enfermedades digestivas,hormonales…

– Cirugías pélvicas que pueden dejar adherencias y cicatrices dolorosas.

  La diferencia de la dispareunia con el vaginismo, es que en el segundo caso existe la IMPOSIBILIDAD de penetración vaginal. El vaginismo es un reflejo de contracción involuntaria de los músculos de la entrada de la vagina. Una dispareunia puede derivar en una vestibulodinia.

   Si la dispareunia se mantiene en el tiempo, ya sea superficial o profunda, aún no siendo la tensión muscular la causa, se derivará en una hipertonía (contractura de la musculatura del suelo pélvico) en mayor o menor grado provocada por la actividad dolorosa.

Tratamiento

   El abordaje integral e interdisciplinar siempre facilita y acelera la mejoría de la paciente.

  • Ginecólogo

   Cuando existe una patología ginecológica de origen.

  • Sexólogo

   Debido al componente emocional de algunos casos de dispareunia, este tratamiento deberá acompañarse de terapia con un psicólogo especializado.

  • Fisioterapeuta especializado en suelo pélvico

– Normalizar el tono muscular con terapia manual.

– Flexibilizar las cicatrices vaginales como episiotomías o desgarros.

– Tratar las cicatrices abdominales como las de cesáreas que puedan provocar adherencias y falta de movilidad del tejido.

– Trabajar sobre los puntos gatillo o contracturas musculares que puedan presentarse tanto en musculatura superficial como profunda (obturador interno y piramidal).

– Desensibilizar la zona dolorosa.

– Flexibilizar las adherencias y la tensión miosfascial en diafragma, abdomen y pelvis en casos como la endometriosis.

– Aprender a relajar o contraer el periné.

– Dilatadores vaginales.

– Vibradores para disminuir el tono.

– Trabajo domiciliario con ejercicios adaptados a cada persona.

 Cuando se padece y mientras dure el tratamiento y el dolor, no es aconsejable la penetración ni ninguna otra práctica sexual que nos despierte dolor, pero si se podrán llevar a cabo todas aquellas que nos apetezcan y nos aporten placer, NUNCA por complacer al otro.

El DOLOR ES REAL, NO ESTÁ EN TU CABEZA Y TIENE TRATAMIENTO.

PONTE EN MANOS DE ESPECIALISTAS

Última guía de recomendaciones de ejercicio en embarazo y postparto ¿Qué nos dice?

   Como ya explicamos en el artículo de “Ejercicio y actividad física en el embarazo ¿qué puedo hacer” https://mubesfisioterapia.com/ejercicio-fisico-y-actividad-fisica-durante-el-embarazo-que-puedo-hacer/ , lo primero que debemos saber es que la actividad física no es lo mismo que el ejercicio físico. La principal diferencia es que el ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y con movimientos repetitivos cuyo objetivo es mejorar la condición física, por lo que debe considerarse un elemento esencial en la vida de todas las personas, pero en especial consideración durante estas etapas de la vida de la mujer debido a los numerosos beneficios que aporta tanto a la madre como al bebé.

   Aquella mujer, que antes de quedarse embarazada, realizaba de manera habitual alguna actividad aeróbica de intensidad vigorosa-moderada o que era físicamente activa, debe continuar realizando dichas actividades, pero siempre con una serie de modificaciones presentes en dichas actividades.

RECOMENDACIONES

   La actividad física en todas las etapas de la vida, incluidas el embarazo, aporta numerosos beneficios a nuestra salud, por lo que el embarazo es un momento ideal de la vida de la mujer para mantener o comenzar con un estilo de vida saludable y las recomendaciones que nos da el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG por sus siglas en inglés) son las siguientes:

–  La actividad y el ejercicio físico en el embarazo tienen un mínimo riesgo para la salud de la mujer y el bebé, además de mostrar numerosos beneficios en la mayoría de mujeres, aunque son necesarias algunas modificaciones en las rutinas de ejercicios.

–  Es necesario realizar una evaluación médica previa a comenzar con un programa de ejercicio para asegurar que no existe ningún riesgo para prohibir el ejercicio.

–  Mujeres que no presenten ninguna complicación, deben ser animadas a comenzar con ejercicios aeróbicos y de fuerza antes, durante y después del embarazo.

–  Obstetras y ginecólogos deben evaluar a la mujer con alguna complicación antes de recomendar iniciar alguna actividad durante esta etapa.

BENEFICIOS DEL EJERCICIO DURANTE EL EMBARAZO

   Los beneficios del ejercicio físico durante el embarazo son numerosos. Realizar de manera regular ejercicio aeróbico durante el embarazo mejora o mantiene los niveles de condición física materna y son muchos los estudios sobre mujeres que realizan ejercicio físico durante el embarazo, los que demuestran beneficios como:

–  Mayor incidencia de parto vaginal.

–  Disminuye el riesgo de:

o Excesivo aumento de peso durante la gestación.
o Padecer diabetes gestacional.
o Presentar desordenes de hipertensión tales como la hipertensión gestacional o preeclampsia.
o Parto prematuro.
o Parto por cesárea.
o Menor peso del bebé al nacer.

RECOMENDACIONES SOBRE EL PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO

 

   Los programas de entrenamiento no difieren en gran medida de los programas para la población general, pero si existen una serie de modificaciones que hay que incluir dentro de ellos:

–  20-30 minutos de ejercicio a intensidad moderada todos los días o la mayoría de ellos.

–  Utilizar la escala de percepción del esfuerzo para controlar la intensidad de la actividad,manteniendo un rango de 13-14 de la escala de Borg.

–  Es necesario mantener una buena hidratación antes, durante y después del ejercicio.

–  Evitar largos periodos de tiempo tumbada boca arriba al igual que largas exposiciones a altas temperaturas.

–  Parar el ejercicio si existen signos de advertencia (explicados en el artículo nombrado al comienzo).

Tipos de ejercicios

–  Caminar.

–  Bicicleta estática.

–  Ejercicios aeróbicos:

–  Bailar.

–  Ejercicios de fuerza.

–  Ejercicios de estiramiento.

–  Aeróbic acuático.

POBLACIONES ESPECIALES

➢ Mujeres embarazadas con obesidad

   Las mujeres embarazadas con obesidad deben ser alentadas para comenzar con un estilo de vida saludable que incluya actividad física y una dieta controlada. Estas mujeres deben comenzar con intensidad bajas, con cortos periodos de ejercicio que vayan gradualmente incrementándose conforme sean capaces.

➢ Atletas

   Realizar ejercicios de intensidad vigorosa hasta el tercer trimestre de gestación parece ser seguro para la mayoría de mujeres saludables, aunque es necesaria mayor investigación sobre los efectos de esta intensidad durante el primer y el segundo trimestre de embarazo. Las atletas de competición requieren de un mayor control y frecuentes revisiones debido a que tienden a mantener intensidades extenuantes durante el embarazo y vuelven al entrenamiento en fases muy tempranas del postparto.

EJERCICIO EN EL POSTPARTO

   Normalmente las mujeres que han estado realizando programas de entrenamiento durante el embarazo, la participación en estas actividades disminuye una vez dado a luz, lo que conduce al sobrepeso y la obesidad.

   El tiempo de postparto es una oportunidad para los ginecólogos y obstetras para recomendar un estilo de vida saludable. Las rutinas de ejercicios deben reincorporarse de manera gradual después del parto, dependiendo del tipo de parto. El tipo de ejercicios que deben realizarse durante esta etapa son:

–  Ejercicios de suelo pélvico, que pueden ser iniciados en el postparto inmediato.

–  Ejercicios de fortalecimiento abdominal, enfocados en el transverso abdominal.

   Además, el ejercicio aeróbico regular en mujeres lactantes ha demostrado que aumenta la condición cardiovascular de la mujer sin afectar a la producción y composición de la leche o al crecimiento del bebé.

   Toda la información expuesta ha sido extraída de la última guía de recomendaciones del ACOG, titulada “Physical Activity and Exercise During Pregnancy and the Postpartum Period” a la que podeis acceder en el siguiente enlace https://www.acog.org/clinical/clinical-guidance/committee-opinion/articles/2020/04/physical-activity-and-exercise-during-pregnancy-and-the-postpartum-period