¿Tiene mi bebé tortícolis congénita?

bebé con torticolis

¿Tú bebé mira siempre hacia el mismo lado? ¿Come peor de un pecho que de otro? Podría ser a causa de una torticolis congénita.

  La tortícolis es la inclinación lateral de la cabeza y la rotación de la misma en sentido contrario. Esta posición de la cabeza es debida a un acortamiento del músculo esternocleidomastoideo (ECM) o del trapecio (menos común).    

   El músculo se comporta como una cuerda elástica que se acorta y estira, en ocasiones este mecanismo no se produce con normalidad y entonces aparece lo que conocemos como tortícolis.

   Existen distintos tipos de tortícolis según la causa: congénita, mal posicionamiento del bebé, causas musculoesqueléticas, patología ocular, patología local inflamatoria. En esta ocasión nos vamos a centrar en la tortícolis congénita.

   Cómo ya vimos con anterioridad en este blog, la tortícolis congénita puede ser una de las causas de la aparición de Plagioceflia Deformacional o asimetría del cráneo en bebés, ya que el músculo se inserta en la parte inferior y posterior del cráneo, a ambos lados.https://mubesfisioterapia.com/plagiocefalia-posicional-que-podemos-hacer-desde-la-fisioterapia/

Causas de la tortícolis congénita

  •   Teoría obstétrica (durante el parto): según esta teoría la tortícolis puede producirse por un parto difícil, especialmente si el bebé es grande o si existe una expulsión prolongada, distocia de hombro, presentación podálica o de nalgas.
    El músculo esternocleidomastoideo se puede desgarrar y provocar hematomas y hemorragias. En ocasiones se puede palpar y es necesario hacer un diagnóstico diferencial con otro tipo de tumores o adenopatías.

    El músculo se tensa y acorta por la formación de fibrosis y esto provoca la inclinación y rotación de la cabeza desarrollando la asimetría craneal y/o alteraciones faciales.

  •   Teoría sobre la lesión vascular intrauterina: debido a una malposición del cuello del feto en el útero se produce una mala irrigación o circulación del músculo esternocleidomastoideo (ECM), esto provoca la formación de fibrosis tensando y acortando el músculo.

       La fibrosis se puede palpar en forma de masa o nódulo. Igualmente la cabeza rota y se inclina pudiendo provocar una asimetría del cráneo y/o alteraciones faciales.

       En un estudio radiológico pueden aparecer asociada a una fractura de clavícula, displasia de cadera o pie zambo. Puede ser que aparezca una escoliosis (desviación lateral) de la columna cervical.

Tratamiento fisioterapéutico de la tortícolis congénita

   Es eficaz en el 90% de los casos y está basado principalmente en :

–  Medidas posturales: posición en la cuna ,forma de cogerlo.

–  Ejercicios de elongación/estiramientos del músculo acortado, el del lado de la inclinación.

–  Estimulación de la rotación limitada de forma activa, esto es, presentar estímulos para conseguir que realice por sí sol@ el movimiento.

–  Tratamiento Osteopático: como ya hemos referido con anterioridad, la tortícolis congénita puede provocar la aparición de plagiocefalia posicional debido a la tracción que ejerce el músculo esternocleidomastoideo en su inserción en el cráneo y a la maleabilidad de los huesos del mismo. Esta característica juega también a nuestro favor en el éxito del tratamiento.

   Las tensiones que ejerce el músculo sobre la parte posterior del cráneo se transmite al resto de huesos que lo forman.

   Este tema lo tratamos con anterioridad en el blog pero a modo de resumen diremos que se produce un aplanamiento de la zona posterior del cráneo, una prominencia del frontal incluso un posicionamiento anterior de la oreja, todo ello contrario a la tortícolis.

   Pueden aparecer también desviaciones de la mandíbula, afectación nervios de la cara, problemas oculares…El tratamiento osteopático frena y corrige todas estas posibles anomalías de una forma muy eficaz.Hay que señalar que el profesional de la Fisioterapia que trate estas tensiones anómalas que se generan en el cráneo debe tener una formación específica en Osteopatía.

–   Por último y no menos importante, es el trabajo en casa que realizan los padres y/o familiares más cercano. Habrá que aconsejar y marcar unas pautas a los padres sobre la colocación de la cuna, la forma de coger al bebé, movilizaciones y estiramientos del cuello, Es parte fundamental del tratamiento, ya que es con ellos con los que pasa la mayor parte del tiempo.https://www.traumatologiainfantil.com/es/columna/torticolis-muscular

     El tratamiento quirúrgico de la torticolis se realiza en los casos en los que fracasan las medidas anteriormente explicadas y para los diagnosticados de forma tardía.

En RESUMEN:

  •   Debes estar atent@ a la posición de la cabeza de tu bebé, si gira por igual la cabeza ante los estímulos ofrecidos por ambos lados, si come igual de los dos pechos, si aparecen zonas de aplanamiento posterior en el cráneo.

  •   Consultar con el Pediatra si notas alguna anomalía.

  •   Acudir a un Fisioterapeuta que te ayude a resolver el problema.https://mubesfisioterapia.com/fisioterapia/fisioterapia-osteopatia-pediatrica/

Diástasis abdominal, más allá de la estética

¿Qué es la diástasis abdominal o de rectos?

   Es la excesiva separación de los vientres del recto abdominal (el músculo más externo de la parte anterior del abdomen, las dos hileras de cuadraditos), que se produce en cualquier punto de la línea alba, la cual va desde el final esternón y las costillas hasta el pubis. La diástasis de rectos es más común en la zona supraumbilical y umbilical.

La línea alba es el tejido conjuntivo (un tejido de conexión formado por colágeno) y punto de sostén y anclaje del recto del abdomen y de los otros músculos de la pared abdominal que son el oblicuo interno, el oblicuo externo y el transverso abdominal.

¿Qué factores de riesgo existen? ¿Por qué a las embarazadas se ven más afectadas?

   Las causas que puede provocar la separación de la pared abdominal son:

  • Los grandes aumentos de peso y obesidad.
  • La tensión excesiva del abdomen ya sea con la práctica de abdominales convencionales y/o con ejercicios cotidianos que aumenten la presión intraabdominal.
  • Hipertonía de la musculatura abdominal, sobre todo en mujeres deportistas.
  • Estreñimiento crónico.
  • Embarazo.
  • Los fumadores y pacientes con tos crónica.
  • La posición que tome el feto en el útero.
  • Inflamación visceral, sobretodo del intestino y distensión abdominal.
  • Etnias (raza negra tienen un tejido con colágeno de peor calidad).

   Durante el embarazo, el 66% de las gestantes en tercer trimestre y el 100% al final de la gestación presentan una diástasis funcional, ya que la línea alba cambia su composición debido a los cambios hormonales (progesterona, relaxina y estrógenos) para poder distenderse y separar los rectos de la línea media, produciendo un estiramiento del músculo que está debajo, el transverso profundo y dar cabida a nuestro bebé. En esta etapa de embarazo trabajaremos para minimizarla y prevenir dolores y disfunciones.

    Aunque las mayorías de las diástasis abdominales que se presentan durante el embarazo se corrigen después del parto, el 53% de las mujeres la mantienen durante el postparto inmediato (primeras 6 semanas postparto), período tras el cual se cierran la mayoría. Si tras la revisión que debemos hacer por un fisioterapeuta especialista en uroginecología tras cuarentena persiste dicha distención lo abordaremos con un programa integral.

¿Para qué sirve la pared abdominal?

   El abdomen tiene muchas funciones importantes dentro del cuerpo y cuando hay una separación de esta pared se altera la función de la misma.

Se encarga de:

  • Producir movimiento: flexión nuestro tronco.
  • Sujeción visceral y sostén de vísceras.
  • Mantener la postura y estabilizar el tronco para poder realizar correctamente los movimientos.
  • Transferir las cargas y gestionar las presiones internas de nuestro cuerpo, para que no lo tengan que hacer otras estructuras como, por ejemplo, nuestro suelo pélvico.
  • Participar en la respiración.
  • Influir en el momento del parto y en la defecación.

¿Qué consecuencias tiene?

-La primera causa de consulta suelte ser a nivel estético, pues visualmente vemos que hemos recuperado el peso, pero seguimos teniendo la flacidez abdominal o la barriga abultada.

-La consecuencia más común es la inestabilidad de tronco y pelvis repercutiendo en la postura y causando dolor lumbar. Normalmente estos síntomas se acusan durante el embarazo, sobre todo durante el tercer trimestre, en el postparto o en cualquier momento si la diástasis de los tejidos persiste después del período de postparto.

-Debilitamiento del suelo pélvico, ya que alteramos la postura y la estabilidad, lo que nos puede hacer más propensas a cursar con incontinencias o prolapsos.

-Problemas con las digestiones como pesadez, hinchazón, gases.

En algunos casos podemos llegar a tener hernias umbilicales.

¿Cómo podemos saber si tenemos Diástasis Abdominal?

   La mejor forma es con el diagnóstico de un profesional sanitario especializado.Si tienes algunos de los síntomas anteriores o te notas la zona abdominal de debajo o encima del ombligo blanda o flácida, observas un bulto o protuberancia en el abdomen al flexionar el tronco, cargar algún peso, agacharte o toser cabe la posibilidad de que sea causado por una diástasis abdominal.

   De forma orientativa podemos realizar un test: tumbada boca arriba con las piernas flexionadas y los pies apoyados, coloca tus manos en la línea alba, realiza un abdominal tradicional, y palpa con tus dedos si existe hueco entre los rectos abdominales. Si existe más de 2,5 cm o nos caben dos dedos se considera que existe diástasis.

¿Cómo se trata?

   Dependiendo de la separación que tengamos de estos rectos, el tratamiento será de fisioterapia como primera opción o si la separación es muy grande (más de 2,5 cm) sería conveniente consultar además al cirujano de pared abdominal por si necesitásemos intervención quirúrgica.

   Si estuviera indicado el tratamiento quirúrgico, la fisioterapia especializada previa y posteriormente nos ayuda a minimizar las consecuencias y tener una mejor recuperación.

   Con ejercicio específico y consejos durante el embarazo nuestro objetivo será miniminar la diástasis abdominal, conseguir que el abdomen sea competente, que sepa gestionar las presiones y lleguemos en las mejores condiciones posibles al parto, además influye en el pronóstico de recuperación tras el parto.

   Las técnicas de fisioterapia y pautas cotidianas que te daremos en consulta serán:

  • Ejercicio terapéutico.https://mubesfisioterapia.com/entrenamiento-personal-2/
  • Reeducación postural con gimnasia abdominal hipopresiva especifica e indicada, trabajo con el tronco 5P.
  • Trabajo sobre el tejido con terapia manual, kinesiotape, electroterapia, biofeedback.
  • Aumentar la propiocepción y control motor de la musculatura.
  • Educación en las actividades de la vida diaria y al esfuerzo como tratamiento y prevención.
  • Reeducación de la respiración.
  • Recomendaciones nutricionales.

¿Cómo podemos evitarlo? ¿Qué podemos hacer y qué no?

   Podemos disminuir sufrir diástasis abdominal con la realización de ejercicio previo, durante embarazo y en el postparto, con higiene postural y alimentaria, corrigiendo factores de riesgo como el estreñimiento crónico o la deshidratación de los tejidos que unen estos rectos abdominales, y manteniendo un buen tono de nuestra zona abdominal para que cuando realicemos actividades diarias que aumenten la presión interna, como son levantarnos de la cama, quitarnos la ropa sin estar apoyadas, coger peso del suelo o realizar empujes nuestra musculatura nos proteja de lesionarnos

   Debemos evitar hacer movimientos de flexión abdominal (crunch abdominal) cuando haya factores predisponentes y siempre que no haya control en la zona abdomino-pelvi-perineal así como realizar empujes defecatorios o levantar peso en apnea (aguantando la respiración).

   Hacemos hincapié en la importancia de trabajar en la prevención y de acudir a un profesional siempre que tengamos algún síntoma de los descritos para iniciar un tratamiento adaptado lo antes posible evitando consecuencias posteriores si se mantiene esta diástasis en el tiempo.

   Por último, queremos mencionar que la diástasis de rectos no es la única responsable de un abdomen prominente o de determinados síntomas que hemos comentado, ya que el tono abdominal y la competencia abdominal juegan un papel igual o más importante en esto.