La regla NO debe doler. Es lo primero que queremos aclarar. Sin embargo, muchas mujeres experimentan cada mes dismenorrea o dolor de regla. Aún tenemos mucho trabajo que hacer para dejar de normalizarlo.
La menstruación es un proceso inflamatorio natural
Dos-cuatro días antes de la menstruación, comienzan a caer los niveles de la progesterona y estrógenos, y es cuando se produce la menstruación si no ha habido embarazo. Esto ocurre porque la capa interna del útero, llamado endometrio, se descama y se viene abajo en forma de menstruación. Es decir, cada mes hacemos un “reset” de endometrio para un posible nuevo embarazo.
Para que el endometrio se venga abajo en forma de regla y se elimine esa capa de células internas del cuerpo, tiene que haber un proceso inflamatorio acompañado de contracciones uterinas. Pero, que haya cierta inflamación natural y fisiológica no significa que deba doler.
Son las prostaglandinas quienes se encargan en nuestro cuerpo de realizar las contracciones en el útero para descamar el endometrio en forma de sangrado. Y esto puede producir molestia pero no dolor.
¿Qué ocurre entonces para que la regla duela?
Si la menstruación duele es porque esa inflamación “se está pasando de rosca”. Es decir, hay un exceso de prostaglandinas, ya sea por intensidad, frecuencia o duración, en las mujeres con dolor de regla o dismenorrea.
Adicionalmente a la inflamación natural, debe haber una resolución activa de la inflamación. ¿A qué nos referimos con una resolución activa? A que la inflamación no es algo que sube y luego baja (resolución pasiva). Hay sustancias implicadas que llevan a cabo esa resolución y dicen STOP: prostaglandinas de tipo antiinflamatorio que van subiendo a medida que bajan las inflamatorias. Debe existir un buen equilibrio de ambos tipos.
Con lo cual si tenemos dolor puede ser porque hay una expresión excesiva de factores de inflamación o hay una alteración del proceso activo de resolución de la inflamación o una combinación de ambas.
Clasificación del dolor de regla o dismenorrea
– La dismenorrea secundaria es aquella que está causada por alguna patología pélvica como endometriosis, adenomiosis, enfermedad inflamatoria pélvica… Esto necesita un buen diagnóstico que no siempre ocurre por esa normalización del dolor menstrual.
-La dismenorrea primaria sería aquella que no tiene ninguna causa orgánica, pero esto no quiere decir que no se deba de atender y abordar.
En las mujeres con endometriosis, el endometrio ectópico (el que está en otras partes del organismo, fuera del útero) se comporta de igual forma que el propio endometrio ocasionando un dolor verdaderamente incapacitante. Puedes leer más información sobre esta enfermedad aquí: https://mubesfisioterapia.com/endometriosis/
¿Qué hacer para que duela menos la regla?
Los factores que pueden ayudarnos en el manejo de la dismenorrea son los que inciden en bajar la inflamación en exceso que está presente.
Las sustancias que de manera natural producen la inflamación que da lugar a la menstruación son las prostaglandinas. Estas proceden de los ácidos grasos, por tanto, el tipo de grasas que consumamos será muy importante. En MuBes, desde el servicio de Nutrición (https://mubesfisioterapia.com/nutricion/ ) queremos darte los siguientes consejos:
- Deberemos reducir todo lo que podamos: cereales refinados, bollería industrial, azúcares sencillos y añadidos, embutidos, bebidas alcohólicas, energéticas o carbonatadas, aceite de girasol o grasas vegetales hidrogenadas.
- Deberemos potenciar al máximo: los ácidos grasos omega 3 que podemos encontrarlos en pescado azul, nueces, semillas de lino, chía y cáñamo así como aguacate.
- El consumo de ciertos antioxidantes también será importantísimo para hacer frente a la inflamación.
Otros factores a tener en cuenta para el dolor de regla
Además, hay otros factores más allá de la nutrición que también promueven un estado antiinflamatorio y antioxidantes. El cuerpo funciona al conjunto: no podemos estar saludables si somos totalmente sedentarios.
Esos factores que deben estar presente son la actividad física y ejercicio físico, lo cual está referenciado en la literatura científica:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29037637/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31665789/
También es sumamente importante una buena salud digestiva, si no puede ser foco y causa del escexo de inflamación. Además, el sueño y descanso reparador, apoyo con suplementación personalizada según el caso, autocuidado y gestión emocional (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30654775/ ), así como revisar y apoyar la metabolización estrogénica.
Hiperestrogenismo
Los estrógenos y la progesterona deben estar en equilibrio ya que tienen funciones antagónicas. El estrógeno es una hormona proliferativa. Proliferativa porque es la hormona responsable del crecimiento de tejido de nuestro útero, mamas… De forma que grandes cantidades de estrógenos son las responsables de los sangrados menstruales abundantes.
Cuando hay un exceso de estrógenos, se genera un ambiente inflamatorio y oxidante que también puede provocar dolor menstrual además de sintomatología premenstrual. Sin embargo, el exceso estrogénico puede venir por un exceso de estrógenos respecto a la progesterona (hiperestrogenismo absoluto) o porque haya menos progesterona de la necesaria (hiperestrogenismo relativo).
Será necesario trabajar y analizar bien cada caso para ver de dónde viene el foco inflamatorio. En MuBes ayudamos a mujeres a indagar en su dolor menstrual y abordarlo de una forma integrativa y personalizada.